Jorge Reyes Patuelli

El pasado 2 de julio de 2010, en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, se jugó el único enfrentamiento de la historia entre Uruguay y Ghana, con la mano de Luis Suárez para evitar un gol cuando terminaba el partido como una imagen para la historia. Hoy, ambas selecciones se vuelven a enfrentar en una Copa del Mundo a las 12:00 horas, y el "Pistolero" aseguró que no tiene que pedirle disculpas a nadie.

El cronómetro marcaba casi los 120 minutos, luego de la mano de Suárez, Fernando Muslera detuvo el penal y mandó el duelo a la tanda de penales que ganó Uruguay (4-2), en los que ganó el equipo celeste. "Fue la atajada del Mundial", dijo aquel día Luis Suárez.

"No tengo que pedir disculpas. Yo di con la mano el balón, me expulsaron, pero el jugador que falla el penal no soy yo. Yo no lo fallo. No soy responsable de eso", valoró en la rueda de prensa de ayer, antes del reencuentro frente a Ghana, con el recuerdo de aquel instante que forma parte de la historia de las Copas del Mundo.

"Acá, los jugadores que dicen que es una revancha tenían ocho o doce años, capaz que no lo vieron ni en imágenes. El otro día fuimos a jugar con Portugal ¿Escuchaste que los portugueses hayan dicho que vamos a por una revancha (Uruguay la eliminó en Rusia 2018)? Se quiere hacer todo grande, pero aquella vez fue hace doce años".

Además, Suárez cargó contra la prensa de su país, que había insinuado la disconformidad del plantel con el DT Diego Alonso por supuestamente no salir a atacar a Portugal. "Se malinterpreta porque se perdió y porque se buscan excusas. Cuando ganamos no se dice que no salimos a ganar. Lo que pasa es que hoy el periodismo vive de lo que se pueda agarrar", lanzó.

En tanto, el volante de Ghana, Thomas Partey, admitió que la eliminación en el Mundial de 2010 estará "en la cabeza" de los jugadores. "Era muy joven. Tuvimos la posibilidad de marcar ese penal, pero no lo logramos. Nosotros afrontamos el partido bien preparados, sabemos lo que tenemos que hacer para ganar", sostuvo.

Clasificada ya para octavos y con el primer puesto prácticamente sentenciado, Brasil afronta su último partido de la fase de grupos contra Camerún hoy a las 16:00 horas, como una oportunidad a Tite para rotar el equipo.

A Brasil le sirve un empate para ser primero. Tite aprovechará este partido, prácticamente intrascendente si no ocurre ninguna catástrofe, para dar descanso a los titulares de los dos primeros encuentros. Jugadores como Richarlison, Vinícius, Casemiro y Raphinha pueden descansar, para dar entrada a Antony, Gabriel Jesús y Bruno Guimaraes, que han actuado de suplentes contra Suiza y Serbia.

Con quienes seguro no podrá contar el seleccionador brasileño es con Neymar (tobillo), Danilo (tobillo) y Alex Sandro (muscular), lo que le obligará a seguir confiando en Éder Militao en el lateral derecho o recompensar a Dani Alves, que a sus 39 años puede igualar a Roberto Carlos con 125 internacionalidades en la historia de Brasil, solo por detrás de las 142 de Cafú.

"No importa qué torneo es, si es un amistoso o un Mundial, representar a mi país, es algo que me hace muy orgulloso. Poder cerrar el círculo jugando una Copa del Mundo me hace muy feliz", dijo Dani Alves.

"Si tengo que tocar la batería, seré el mejor batería. Denme una misión y yo la ejecutaré", añadió.

Kim Young-gwon, defensa de Corea del Sur, que enfrenta hoy a Portugal a las 12:00 horas, afirmó que el combinado que dirige Fernando Santos tiene a muchos más jugadores a los que tener en cuenta que a Cristiano Ronaldo. El zaguero analizó un choque que será clave para su selección, que necesita ganar a Portugal para acceder a octavos. Para Young-Gwon, el conjunto luso tiene especial peligro por su colectivo. "Para detener a Cristiano tenemos que mantenernos unidos. Así es como nos hemos estado preparando hasta ahora. Pero Portugal no sólo es Cristiano, tiene muchos jugadores buenos y hay que tener cuidado con los once", explicó.