Forman psiquiatras para afrontar alta demanda de salud mental
Programa de la Universidad de Antofagasta busca dotar de más especialistas en la zona, tras las secuelas psicológicas de la pandemia.
Tras el confinamiento y los momentos más complejos de la pandemia, una de las consecuencias fue el deterioro de la salud mental y el aumento de las atenciones psicológicas y psiquiátricas. De hecho, sólo entre el año 2020 y 2021 este tipo de prestaciones subieron más del doble: de 1.234 a 3.031 en el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA).
En medio de ese escenario y para contribuir a abordar el problema de la salud mental es que la UA desarrolla desde el 2020 el desafío de formar médicos psiquiatras, como parte del Programa de Especialidades Médicas de la Facultad de Medicina y Odontología y así cubrir la alta demanda de atenciones y el déficit de especialistas.
Esta iniciativa es parte del proyecto de "Capacitación Desarrollo de Capital Humano Avanzado a Través de la Formación de Especialidades ", con financiamiento del Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación Regional (FIC-R), y cuenta con la participación estratégica del Servicio de Salud Antofagasta (SSA).
Programa y principales trastornos
Actualmente son tres promociones de médicos que se encuentran en formación en el postgrado, el cual trabaja con los Centros de Salud Comunitarios (Cosam) de Antofagasta, el HCUA y en la Unidad de Hospitalización de Corta Estadía del Hospital Regional de Antofagasta (HRA) en el Servicio de Psiquiatría.
El director del programa de formación de especialistas en psiquiatría adultos, el doctor Luis Barra, afirma que la pandemia marcó un antes y un después en la salud mental y por esa razón asumieron este desafío.
"La salud mental se vio muy deteriorada por la pandemia e hicimos conciencia sobre la importancia de esto. Ahí radica el desafío que asumimos ya que, si bien existe un programa nacional de formación de especialistas para los distintos Servicios de Salud del país, es difícil lograr que permanezcan en la zona. Eso significaba el aumento de esa brecha porque los especialistas venían, cumplían su tiempo de evolución y se iban. Por eso, una de nuestras principales características es trabajar con personas que tengan arraigo y permanencia en la región, ese es uno de los objetivos importantes, de manera de que la red que trabaja en salud mental se fortalezca", dice el director Luis Barra.
El especialista reafirma que las principales patologías y trastornos que se están detectando en la comunidad "no son diferentes a los del resto del país. Están los cuadros de ansiedad y depresión, los trastornos relacionados con consumo de sustancias que también son un importante motivo de consulta, la suicidalidad que es un problema complejo que no sólo está determinado por factores de salud mental. Y por otro lado hay otra línea que no la vemos hoy, pero esperamos cumplir muy pronto, y es la atención de niños y adolescentes, todo lo que tiene que ver con Trastornos del Espectro Autista o de la personalidad, por ejemplo".
Es por eso que explica que el programa de formación de especialistas en salud mental "incorpora algunas actividades tendientes a estimular la pertenencia y entender las características propias de la región. Por ejemplo, que es una ciudad con gran cantidad de inmigrantes, que trabajan personas vinculadas a la minería con sistemas de turno, o las características propias de cómo se conforman la familia en la región".
"Por último, tener claro que nuestros problemas de salud mental se relacionan con lo que ocurre a nivel país, pero nosotros también tenemos factores particulares que a nosotros nos aquejan, partiendo por temas geográficos, culturales y hasta el clima, por ejemplo. Para ello, formamos profesionales que pueden trabajar en distintos niveles de la red, pero obviamente orientado a trabajo en la red pública. Nuestro trabajo y compromiso es fortalecer la red de salud pública", añade.
Formación
Por eso detalla que la formación de estos futuros especialistas psiquiatras se centra en su primer año en "rotar por hospitalización de adultos en la Unidad de Hospitalización de Corta Estadía, donde se reciben casos que requieren un manejo agudo y mayor. Estamos hablando de casos como psicosis, cuadros graves de abusos de sustancias, trastorno bipolar o depresión severa. Una vez que completan ese periodo, en el segundo año el trabajo es ambulatorio, aquí el perfil cambia y se ven más trastornos de ansiedad y depresión, trastornos psicóticos crónicos, trastornos del ánimo, del uso de sustancia y de la personalidad, lo que corresponde a la mayor cantidad de actividad a la que uno se dedica durante la atención profesional".
"En el tercer año tienen rotaciones orientadas a complementar ciertos aspectos. Por ejemplo, rotación por neurología, por infanto juvenil y adicciones que son fuera de la región, en la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile, dependiente del Hospital José Joaquín Aguirre y en el Centro Metropolitano de Traumas, que está orientado a víctimas, fundamentalmente mujeres de maltrato físico, sexual y psicológico, un centro único en Chile, dependiente del Sernameg", añade.
Finalmente, dice que el desafío de este programa en el medio plazo es consolidar el cuerpo académico y desarrollar la investigación científica y "surtir de profesionales a lugares claves, poder ofrecer especialistas a ciudades como Calama, Tocopilla o Mejillones, a lo mejor no residiendo pero sí brindando atención por telemedicina, mayor disponibilidad de horas en el sistema público permite una mayor cantidad de cobertura y de atención".