23 millones de niños perdieron sus vacunas por la emergencia
Estudios de la OMS e investigaciones independientes advierten posibles rebrotes de enfermedades que estaban controladas, como el sarampión, la difteria y el coqueluche.
Felipe Saraos
Distintos estudios alertaron esta semana sobre el aumento en la cantidad de niños desprotegidos frente a enfermedades que hasta antes de la pandemia se mantenían bajo control, como una consecuencia indirecta del protagonismo que acapara el covid-19 desde inicios de 2020.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que el año pasado 22,7 millones de menores de edad dejaron de recibir una de las vacunas más habituales, la DTP3, que protege contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, también conocida como tos convulsiva o coqueluche.
Según el organismo, el porcentaje de niños sin esa fórmula llegó a 17%, lo que supone un retroceso de 10 años en los programas de vacunación global.
El principal factor fue la pandemia, que alteró los servicios de vacunación en numerosos países o hizo que muchas familias evitaran llevar a sus hijos a vacunarse por temor a contagiarse de covid-19.
"El mundo dio prioridad al combate del covid, pero si no se recupera terreno y no se reanudan los programas esenciales de vacunación hay un grave riesgo de que haya grandes brotes" de otras enfermedades, advirtió la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Katherine O'Brien.
"No podemos saltar de una crisis sanitaria a otra, y eso ocurrirá si no hacemos caso a las advertencias", destacó la funcionaria al presentar las cifras de un estudio realizado por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La investigación también muestra un descenso en las vacunaciones contra el sarampión, por lo que el porcentaje de niños que no recibió al menos una dosis el año pasado subió del 14 al 16%, mientras que un 30% no recibió las dos dosis necesarias. También se redujo de 15 a 13% el total de niñas vacunadas contra el virus del papiloma humano.
El retroceso de las vacunaciones fue especialmente preocupante en el sur de Asia, Oriente Medio y América. El país donde más menores quedaron desprotegidos en términos absolutos fue India, con 3,5 millones de niños que no recibieron la vacuna DTP3, seguido de Nigeria con 3,1 millones y la República Democrática del Congo con 1,5 millones.
En Latinoamérica, dejaron de recibir esa fórmula 650.000 niños en Brasil y 563.000 en México.
17 millones
A las cifras entregadas por la OMS se suman los datos aportados por un estudio de científicos estadounidenses, que cifró en 17 millones la cantidad de niños que se perdieron alguna de las vacunas habituales.
La investigación, publicada en la revista The Lancet, estima que la cobertura global de la primera dosis de la vacuna contra el sarampión (MCV1) y de la tercera dosis de la DTP3 podría haber caído por debajo del 80% en 2020.
"Muchos sistemas sanitarios de todo el mundo siguen sufriendo una inmensa presión por el covid-19 y estamos trabajando para desplegar nuevos programas de vacunación, pero es imperativo que las vacunaciones infantiles rutinarias, que salvan la vida a millones de niños cada año, no se olviden", dijo Jonathan Mosser, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y uno de los autores del estudio.
El experto agregó que "sin llevar a cabo esfuerzos renovados, estas enfermedades evitables podrían regresar con fuerza".
Al igual que el reporte de la OMS, el trabajo de los científicos estadounidenses señala que las alteraciones se debieron a que los confinamientos han dificultado a los padres acceder a las vacunas; a los temores a contraer covid-19; a que los sanitarios fueron derivados a otras funciones relacionadas con el coronavirus; a la falta de equipamiento de protección apropiado; y a problemas en la cadena de distribución.
Para estimar el número de niños que perdieron sus dosis rutinarias, los investigadores crearon un modelo sobre el número de dosis que se esperaba inyectar en 2020 si la pandemia no hubiera ocurrido.
Así, concluyeron que el sur de Asia fue la región más afectada, con 3,6 millones de dosis de DTP3 y 2,2 millones de MCV1 perdidas. Las alteraciones fueron menores en el África subsahariana, donde unos 900.000 niños no se vacunaron con la DTP3 y 1,1 millón se perdió la MCV1.
"Es imperativo que las vacunaciones infantiles rutinarias, que salvan la vida a millones de niños, no se olviden.
Jonathan Mosser, Universidad de Washington