Presentan tecnología y servicios "post mortem" para mascotas
Desde un collar que va monitoreando la frecuencia cardiaca hasta perlas que se realizan con los huesos de perros fallecidos son algunas de las opciones que existen para un mercado que ha humanizado cada vez más a estos peludos.
EFE
Las novedades para mascotas se exhiben desde ayer en Interpets, la mayor feria de este sector creciente en Japón, donde lo último en alimentos o complementos de moda se unen a dispositivos electrónicos que miden el estado emocional de perros o servicios "post mortem".
Más de 450 empresas participan en el evento, que se prolongará hasta este domingo en el centro de convenciones Tokyo Bigh Sight de la capital, con el objetivo de atraer a unos 36.000 visitantes, según cifras facilitadas por los organizadores.
La feria, que lleva celebrándose desde 2011, tiene este año su mayor escala hasta la fecha, ocupando cuatro pabellones que exploran desde las necesidades básicas alimenticias de las mascotas hasta tratamientos de melena hechos a base de plantas a modo de mascarilla facial u órtesis para animales sin movilidad en algunas patas.
Pese a que la primera jornada está limitada al empresarial, fueron muchos los profesionales que se desplazaron ayer hasta las instalaciones acompañados de sus mascotas, especialmente perros.
También se paseó por allí la modelo canina Princess Maria, una caniche, ataviada con un traje obra de la prestigiosa diseñadora Yumi Katsura, en otra muestra del potencial mediático animal.
Alza por pandemia
El mercado de las mascotas está en auge en Japón. Su valor supera los 1,5 billones de yenes (más de 9 mil millones de pesos chilenos), según datos del Instituto de Investigación Yano, que estima que seguirá expandiéndose a un ritmo anual de más del 3%.
La pandemia de covid-19 provocó un auge importante en el país de nuevos propietarios de mascotas. En 2020, 876.000 japoneses más se animaron a compartir su vida con un perro o un gato, un 17,74 % más con respecto al año anterior. En 2021 el incremento fue del 1,14 %, sensiblemente menor pero todavía con tendencia al alza.
El año pasado había en Japón más de 16 millones de perros y gatos, según el informe más reciente de la Asociación de alimentos para mascotas, una cifra superior a los 14,67 millones menores de 15 años que había entonces en el país.
La toma de conciencia sobre las mascotas y su consideración como un miembro más de la familia ha aumentado también en años recientes, lo que está llevando a una evolución de sus productos y servicios.
Las ferias como Interpets, que antes se centraban más en alimentos, correas, collares antiparásitos u otros productos más convencionales, ahora presentan propuestas tecnológicas como módulos secadores y otras propuestas tecnológicas.
De collares a perlas
Una de ellas es la de Langualess, un dispositivo con forma de arnés que mide el ritmo cardíaco de los perros y envía los datos al teléfono del propietario para saber cómo se siente y mejorar la comunicación con el propietario.
No sólo han crecido el número de dispositivos periféricos, también lo han hecho los servicios. Desde hoteles a cursos de entrenamiento, dietética o incluso seguros para garantizar el bienestar y los costosos tratamientos de las mascotas envejecidas.
El fin de la vida también comienza a abordarse desde una perspectiva distinta. Los servicios funerarios para mascotas han aumentado en años recientes y también lo han hecho proyectos para conservar la memoria de estos compañeros.
Es el caso de Shinjusou, un negocio fundado en las islas Goto de Nagasaki, en el sudoeste del archipiélago nipón, que transforma en perlas los huesos de las difuntas mascotas.
"Introducimos con cuidado un fragmento pequeño de hueso en una ostra perla de Akoya (una especie de molusco marino de la familia de las ostras perladas), y tras un año o un año y medio están listas y vuelven a brillar", explica a Efe su impulsor, Yoshiki Matsushita.
Matsushita, de 58 años, profesor de la Universidad de Nagasaki y doctorado en Ciencias pesqueras y Estudios Ambientales, dio con la idea tras la muerte hace siete años de Ran, un Jack Russell terrier.
"Cuando murió tenía a mi lado a una persona que cultiva perlas y le pedí que me concediera este deseo, ahí empezados. Después pensé que podría haber más gente que quisiera algo así", explica.
"Cuando murió (mi mascota) tenía a mi lado a una persona que cultiva perlas y le pedí que me concediera el deseo.
Yoshiki Matsushita, profesor de la Universidad de Nagasaki
"Introducimos un fragmento de hueso en una ostra perla y tras un año vuelven a brillar.
Yoshiki Matsushita, profesor de la Universidad de Nagasaki