foto destacada
Hermosa panorámica
Miguel Núñez tomó esta imagen nocturna del Tranque Sloman y ganó el concurso de Fotografías de María Elena, el cual puso en valor - a través de 150 fotos- el patrimonio de esta localidad.
Miguel Núñez tomó esta imagen nocturna del Tranque Sloman y ganó el concurso de Fotografías de María Elena, el cual puso en valor - a través de 150 fotos- el patrimonio de esta localidad.
Personal municipal desarrolló un operativo de limpieza en el sector de la cancha de la Liga vecinal, retirando gran parte de desperdicios. Es necesario que los vecinos colaboren no ensuciando el lugar.
Estimado director:
Desde el año 1939 se instaura en Chile el Juramento a la Bandera, por eso cada 9 y 10 de julio miles de chilenas (os), en un acto solemne frente al emblema patrio, juran lealtad y protección a su país hasta rendir la vida si fuese necesario. Esta tradición homenajea y recuerda a los caídos en 1882 en la sierra peruana, la más larga y dura campaña vivida por los chilenos durante la Guerra del Pacífico.
Después de entrar triunfales a ocupar Lima y alrededores en enero de 1881, el ejército chileno creyó que la guerra terminaría pronto. Sin embargo, esta se prolongó por tres años más y la tropa comenzó a sufrir la carencia de todo tipo de elementos básicos de supervivencia como la comida, agua, vestimenta, incluso, medicamentos. Las enfermedades como el tifus y la viruela fueron fatales para los contagiados. En este escenario se encuentra Ignacio Carrera Pinto y sus chacabucanos. Si bien las cantineras, mujeres enfermeras y soldados, fueron dadas de baja en 1881 y, por tanto, en su mayoría regresaron a Chile, muchas se quedaron cumpliendo las mismas labores aunque con el título de "camaradas".
La cuarta compañía de Carrera Pinto contaba con tres de ellas (una embarazada) y un niño pequeño que, claramente, ayudaban a cuidar a los enfermos.
Esperando refuerzos para dejar definitivamente el poblado de La Concepción, aquel domingo 9 de julio alrededor de las 14:30 horas, fueron atacados por 300 soldados y 1.500 indígenas montoneros bajo las órdenes de Juan Gastó. El final ya lo conocen, todos fueron muertos y, a pesar de solicitar rendición, los peruanos no la obtuvieron de parte de los 82 héroes de La Concepción. Sí, 82, porque las mujeres e hijos también estuvieron en el combate atendiendo a los heridos, cargando los fusiles y ayudando a los enfermos, incluso, ayudando a la embarazada a dar a luz. La única testigo sobreviviente del sangriento combate fue una humilde bandera que no fue arriada por el enemigo y que fue hecha cuidadosamente por las mujeres de la compañía. Sus pequeñas y delicadas puntadas unen tres trozos de tela y una estrella que forma un emblema de 55x38 cms. y que hoy se exhibe en la Escuela Militar.
Quizás no sabremos nunca los nombres de aquellas valientes, pero la bandera sí, y es a través de ella que se les recuerda dándole su lugar en cada conmemoración del Combate de La Concepción.
Ana Olivares Cepeda
gestora proyecto de Ley
Día Conmemorativo a la Cantinera de la GDP