Ignacio Silva

Para ver videos, jugar videojuegos, comunicarse con la familia, teletrabajar o incluso para asistir a clases. Durante la pandemia el internet y los dispositivos digitales se han convertido en parte esencial de la vida, tomando un protagonismo hasta ahora inédito.

Las cifras respaldan esa sensación. Ya en junio, el estudio "Equilibrio Digital: Ahora es cuando" revelaba que un 67% de los usuarios consideraba que el uso de internet había aumentado considerablemente en el último tiempo, mientras que un 25% creía que había aumentado de manera moderada.

Ante este contexto surge otra preocupación: cómo lograr que la actual dependencia a la tecnología afecte lo menos posible a los niños, que tal como los adultos se han visto obligados a incorporarla en todos los ámbitos de su vida cotidiana.

"El mayor riesgo es que pocas veces hay control sobre lo que los niños hacen", alerta Daniel Sánchez, psicólogo infantil y académico de la Universidad Central.

Para el especialista, una situación cotidiana como pasarle el celular a un niño para que juegue puede generar problemas derivados de la exposición a información y estímulos para los que todavía no está preparado.

"Muchos niños se exponen a contenidos inapropiados, a un contenido para el cual el niño o la niña no está cognitiva ni emocionalmente preparado todavía. Entonces la distinción no es tanto en que el niño esté o no esté en la internet, sino que en enseñarle a discriminar la información de internet, hacerse cargo de que cada click tiene su importancia", explica el profesional. Y continúa: "En ese sentido, siempre decimos que hay que hacerse cargo en la vida offline de nuestra vida online. Y al revés también, hacernos cargo en nuestra vida online de quienes somos en nuestra vida offline".

La clave, entonces, está en la educación. "No puede ser que si un niño está aburrido lo mandemos a ver televisión o a ver internet, YouTube, TikTok, sin ningún tipo de control. Y el control no tiene que ver con prohibir, sino que tiene que ver con enseñarles a utilizar la información y entender", explica Sánchez. "Qué pasa, por ejemplo, si un niño niño se ve expuesto a pornografía. Un niño nunca va a entender que cualquier escena pornográfica es una invención de actores y que a la gente se le paga para eso. El niño lo entiende como algo normal, y que un niño entienda como normal la cosificación de la mujer o el abuso sistemático de los unos sobre los otros, entiende en su vida que esas cosas son normales. Ahí está la preocupación".

Horario, objetivo y control

Pese a los riesgos, Daniel Sáchez asegura que internet y los dispositivos tecnológicos pueden tener muchos beneficios para el desarrollo de los niños.

"¿Qué de bueno tiene? Todo. Un niño que entiende la utilidad que pueda tener la red, siempre que la autoridad (la familia, los papás, el colegio) se lo plantee, lo va a saber utilizar a su favor y así le va a sacar provecho", plantea el psicólogo.

Para que esto suceda, eso sí, el especialista propone seguir tres recomendaciones. "Yo diría que lo más específico, aunque suene un poco terrorista, es establecer un horario para que los niños ocupen los dispositivos. Eso es súper importante porque el horario va a permitir que el niño se concentre en esa tarea. Si el niño tiene una hora al día para entretenerse en la red, va a disfrutar esa hora jugando. Lo importante es que el niño utilice la tecnología o utilice los dispositivos con un objetivo", dice el profesional. Y prosigue: "Además hay una serie de programas que se pueden bajar al computador y que restringen el acceso a ciertas páginas. Tú puedes controlar hasta del módem a qué páginas puede acceder una persona y a qué hora. Entonces, en la medida en que se tengan horario, un objetivo y control a través de ciertas plataformas, se va a estar educando al niño en el uso efectivo que tiene la red y las cosas van a andar bien".

-¿Qué otra recomendación se podría entregar?

-También sirve que el dispositivo esté en un lugar donde transite la familia, que el niño no esté dentro de la cama con el celular. La idea es que el computador esté en un pasillo de la casa donde la familia puede pasar detrás viendo lo que el niño hace, no para castigarlo sino para enseñarle y educarlo en el uso de los dispositivos.

-En ese sentido, ¿hasta qué edad hay que tener especial cuidado?

-Piensa que un niño hasta los 12 años todavía no tiene desarrollado cognitivamente su cerebro para que le permita tener lo que llamamos el razonamiento hipotético deductivo. El niño antes de los 14 o 15 años, no puede manejar variables dentro de las hipótesis todavía, entonces no construye hipótesis. Un niño no entiende, porque no está preparado para eso todavía, que si hago esto entonces va a pasar lo otro. Eso es el manejo de variables de una hipótesis, eso lo entiende un adolescente, pero el niño que accede a la pantalla y ve cómo un gorilla mata zombies asume que el zombie es de verdad y que el gorila es verdad también y él los puede matar. Eso es súper riesgoso para el desarrollo cognitivo de un niño. Súper riesgoso. Pero es porque no está preparado.

"La distinción no es tanto en que el niño esté o no esté en internet, sino que en enseñarle a discriminar lo que ve.

Daniel Sánchez, psicólogo y académico U. Central.