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Comunidad preocupada por dos quillagüeños en hospital

Ambos vecinos tuvieron coronavirus hace algunas semanas y pudieron salir adelante. Sin embargo, su estado de salud se complicó a raíz del virus.
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Javier Andrónico Cangana

Una semana es la que lleva la tranquila localidad de Quillagua sin casos activos de coronavirus.

De los 44 que llegaron a tener entre finales de junio, julio y principios de agosto, todos cumplieron su cuarentena y ya están recuperados. Es más, hubo un par de semanas en que casi 90 de los 160 habitantes estuvieron en aislamiento preventivo, ya que muchos eran contactos estrechos de los contagiados.

Los quillagüeños cumplieron las medidas y ahora están sin ningún caso activo. Eso sí, continúan usando mascarillas y saliendo lo justo y necesario, sólo cuando deben hacer compras.

"Ahora debemos continuar cuidándonos para evitar que haya un rebrote. No queremos que el virus vuelva a atacar a nuestro pueblo", comentó Víctor Palape, presidente de la comunidad aymara de Quillagua.

Tercera edad

Pero su preocupación actual es por dos queridos vecinos de la tercera edad que están muy complicados de salud y se encuentran internados en el hospital Carlos Cisternas de Calama.

Ambos quillagüeños tienen sobre 80 años, incluso uno de ellos está próximo a cumplir nueve décadas y lograron salir adelante luego de haberse contagiado de Covid-19. Sin embargo, la pandemia les afectó su sistema inmunológico y otras enfermedades que ya presentaban.

Mariel Castro es sobrina de ambos quillagüeños, tanto por el lado de su madre como de su padre, por lo que les ha tocado vivir semanas muy duras como familia. Primero con el aislamiento preventivo y ahora con dos seres queridos que batallan por su vida en Calama, localidad que está a dos horas de distancia.

"El primero que fue hospitalizado es mi tío Juan Soza, que tiene unos 88 años. A él se lo llevaron (a Calama) por haber contraído el Covid-19, lo que lo tenía muy mal, ya que además de eso él es diabético", relató doña Mariel, quien posteriormente indicó que "esto ya fue hace unas dos o tres semanas. Entonces ya logró vencer al virus pero quedó muy complicado de salud, incluso hace algunos días estaban solicitando sangre y unos familiares que viven en Calama acudieron a la donación. Son complicaciones por la edad y también por la diabetes que tiene mi tío", explicó la vecina de Quillagua.

Y el sábado nuevamente la familia de Mariel recibió un duro golpe: a su tío paterno, Gabriel Castro, lo trasladaron de inmediato hasta el hospital Carlos Cisterna.

"Él ya tuvo coronavirus acá en el pueblo, pero salió adelante. Sin embargo, por sus años y complicaciones después del virus le dio bronconeumonia y se lo llevaron para estabilizarlo. Él también tiene sus años, creo que 82, y estamos preocupados por ambos. Lo más probable que mañana (hoy) o en unos días más, viajemos a Calama para ver qué se puede hacer", comentó Mariel Castro desde Quillagua.

Y es que, expresó la vecina, la comunidad del poblado no quiere que se repita lo mismo que ocurrió con doña Felisa Albornoz, quillagüeña de 83 años que falleció a raíz del coronavirus el mes pasado, causando gran pesar en la pequeña localidad donde todos son muy unidos.

44 quillagüeños, según cifras de la municipalidad de María Elena, fueron los que se contagiaron de coronavirus.

Agradecen a personal de la posta

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Rodrigo Cañipa y Jaror Romero, el primero enfermero y el segundo paramédico, son quienes trabajan -en turnos de una semana- en la posta rural de Quillagua, por ende, estuvieron al pie del cañón cuando en julio gran parte del pueblo de 160 habitantes estuvo en aislamiento. Unos por haberse contagiado del virus y otros por ser contactos estrechos.

La labor de estos profesionales, explicó Margarita Cortés, presidenta de la junta de vecinos de Quillagua, fue excelente "es por eso que nosotros, como comunidad, estamos en deuda con ellos".

Según contó Margarita, "los chiquillos, en el mes peak, estaban todos los días trabajando. Desde las 8:00 hasta las 22:00 y a veces ni almorzaban, porque iban visitando casa a casa a todos los quillagüeños en cuarentena. Así que por eso nos sacamos el sombrero por su labor, realmente fue muy abnegada y se entregaron por completo en ayudar a este pueblo y poco a poco ya estamos saliendo adelante", expresó la presidenta de la junta de vecinos.

La dirigenta añadió también que en algunas oportunidades iba personal de las rondas médicas del municipio de María Elena, quienes también hicieron un excelente trabajo, "pero Rodrigo y Jaror son quienes están aquí, en el pueblo, una semana cada uno y son quienes nos conocen. Muchas gracias a ellos por su trabajo".