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Viracocha III: la nave que probará al límite la capacidad de la totora

El capitán Phil Buck desea demostrar, a través de esta expedición, el alcance que tenían estos navíos hace 2 mil años. La meta es recorrer 13 mil kilómetros por mar hasta llegar a Sydney, junto a su mascota Chuño y sus 7 tripulantes.
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Bibiana Mamani H.

Algo más tranquilo que en días anteriores, el capitán estadounidense Phil Buck comentó que es hora de agradecer a todos los que hicieron posible la construcción de la Viracocha III y también entregó un mensaje con buenos deseos a aquellos que no creyeron en su proyecto. El barco de totora ya se luce en el mar hace 18 días, a la espera de poder zarpar de costas ariqueñas rumbo a Australia.

"La embarcación está lista, ya cargamos 3 mil litros de agua, todo bien. Y la Armada nos está monitoreando a diario. Ahora solo queda cargar algunos alimentos y estaremos listo", contó el capitán.

Las cosas desde un principio no fueron fáciles para Buck, quien tuvo que esperar 4 años para lanzar su navío al mar. El cuerpo de la nave fue traído desde Huatajata, a las orilla del Lago Titicaca, Bolivia, hasta Arica, donde se terminó con la construcción de los mástiles, timón, piezas para los tripulantes y otros espacios comunes, para la embarcación que ahora mide 19 metros de largo, 4,5 de ancho y 2,5 de alto.

El navío no solo tiene máscaras moches y velas pintadas con temas de las culturas Moche, Tiwanaku y Aymara, si no que tambié cuenta con 6 paneles solares.

Es que tras dos años de su llegada a Arica, Phill Buck acondicionó la embarcación de tal manera que los tripulantes puedan contar con lo básico, como energía, habitaciones, baño, cocina y espacios de vigía y recreación. Todo esto para concretar su sueño y zarpar de costas ariqueñas con destino a Sydney, Australia, meta que espera alcanzar en 5 ó 6 meses de viaje.

La idea del estadounidense es poner a prueba la capacidad náutica de las embarcaciones precolombinas de las culturas Inca, Mochica y Tiahuanaco.

"Al salir de Arica, nuestro primer destino será Tahiti, donde esperamos llegar en 80 días. Allí será nuestra primera parada, luego seguiremos visitando lugares cercanos a nuestra travesía hasta llegar a Sydney", contó.

La tripulación

Hasta ahora todo va viento en popa para la embarcación, que en un principio tendría 10 tripulantes, pero que hoy cuenta con 8, más la mascota Chuño, un perro mestizo que Buck adoptó cuando lo encontró vagando por las calles de La Paz.

"Una noche lo vimos botado, sucio, pero era tan simpático que nos siguió a la casa y de agosto de 2016 que está con nosotros. Recuerdo que tenía una nariz como el color del chuño, por eso le pusimos ese nombre y nos vinimos todos a Arica", contó Buck.

Finalmente la tripulación quedó compuesta por Carmen Blum, Phil Buck, Marcelo Concha, Martín Crowe, Simon Melchiorsen, Carlodavid Mauri, Valentina Muñoz, Maks Ukrayinets y Chuño.

Antecedentes

La construcción de la Viracocha III comenzó en noviembre de 2015. En mayo de 2016 se inició el armado de la balsa en Bolivia con 4 mil amarres. El 15 de diciembre del mismo año la embarcación fue despedida en La Paz con aplausos del Presidente Evo Morales.

Y tras dos meses de tramitación, la Viracocha III llegó a la región de Arica y Parinacota la primera semana de febrero de 2017, donde ya la esperaba Phil Buck y parte de la tripulación, instalados en un campamento en el extremo sur de la playa Chinchorro, donde el navegante estadounidense montó su cuartel general y un Museo de la Viracocha III, donde la comunidad pudo observar réplicas de la balsa, maquetas, videos y paneles informativos.

Intento fallido

El primer intento de botadura al mar de la Viracocha III fue el 4 de febrero y contó con la participación del ex canciller boliviano David Coquehuanca. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del capitán y sus ayudantes, la embarcación se rompió ante la sorpresa de los presentes, quienes al ver lo que sucedió no creyeron que podría recuperarse. Pero después de un año y un mes, el navío se recontruyó y finalmente fue lanzado al mar el pasado 20 de febrero.

"La estructura se rompió en la primera botadura, por eso esta vez cambiamos los palos por rieles para apoyar la base de la Viracocha que ahora pesa 23 toneladas. Gracias a Astilleros Arica conseguimos los rieles y todo salió bien", relató Buck.

La despedida

La Viracocha III está ahora flotando en el mar a la espera de la autorización que les permita zarpar de costas ariqueñas.

"Estamos esperando un equipo para enviar alertas al Puerto de Valparaíso en caso de que tengamos una emergencia. Apenas ese puerto nos dé el visto bueno con ese equipo, podremos emprender nuestro viaje con Chuño y toda la tripulación", dijo Buck.

La confirmación podría llegar llegar en cualquier momento, pero el zarpe está cerca dijo Buck, quien confesó que por ahora no tiene nada preparado para la despedida de la Viracocha, "pero todos pueden venir a vernos en kayak o lancha", contó.

Una vez que Buck concrete su expedición, espera escribir un libro sobre la Viracocha III, dejar listo un documental y donar la embarcación a un museo.

"Una vez que termine, no creo que haga otra balsa de totora, quizás una embarcación de otro tipo, no sé. Mientras tanto pienso escribir un libro y hacer un documental del viaje. Todo puede pasar", contó Phil Buck, que anteriormente construyó otras dos Viracochas: una que el año 2000 viajó de Arica a Isla de Pascua) y otra el 2003, que navegó de Valparaíso también a Isla de Pascua.