Javier Andrónico C.

El miércoles fue el aniversario número 89 de Carabineros de Chile y los uniformados de todo el país participaron de las diversas ceremonias que la institución realizó.

Respecto a Antofagasta, los carabineros de la capital regional estuvieron presentes en la ceremonia que presidió el jefe de la II Zona, general Víctor Acosta, sin embargo, un uniformado no pudo ir al desfile porque estaba rindiendo una prueba.

Este carabinero se llama Lucas Peralta Villegas y ni siquiera ha egresado de la Escuela de Formación de la institución. Es más, ni siquiera lo ha hecho de la enseñanza básica.

Y es que Lucas tiene apenas 10 años y cursa quinto básico en el Colegio San Esteban de Antofagasta y admira tanto a los carabineros que desde que va en prekinder todos los 27 de abril va a clases vestido de policía.

Visita

Lucas está clarísimo sobre cómo empezó su deseo de convertirse en carabinero y, cuando cuenta aquello, se remonta varios años atrás.

"Tenía como cuatro años, estaba en prekinder, cuando al colegio vinieron unos carabineros a hacer una visita y ahí me gustó la idea de ser como ellos y poder proteger la ciudad. Y fue ese mismo año cuando empecé a vestirme de uniformado", comenta Lucas.

El pequeño dice que, de todas las funciones que Carabineros realiza, la que más le llama la atención es "dirigir el tránsito y sacar parte a quienes se estacionan en segunda fila porque se hacen tacos y eso va en contra de la ley. Además, me gustaría que no hubieran más peleas callejeras".

¿Y no te da miedo enfrentar a delincuentes armados?

No. Sólo me daría un poco de miedo si es que tuviesen pistolas de largo alcance, pero de todas maneras me enfrentaría a ellos.

Lucas Peralta es tan fanático del orden y seguridad que, como pertenece a la directiva de su curso, "le pregunté a mi profesor si puedo ser el encargado de seguridad del curso y me dijo que sí, por lo que ahora veo que mis compañeros no se porten mal ni se saquen malas notas".

¿Ellos son a quienes más proteges?

En parte sí, pero a quien más cuido de todo el universo es a mi familia, especialmente a mi hermanita porque va en kinder.

¿Y qué te gustaría ser cuando grande?

Obviamente quiero ser carabinero, aunque mi familia siempre me dice que a ellos le pagan poco pero a mi eso me da igual porque no me importa la plata, sino que haya justicia en mi escuela, en Antofagasta y en todo el país.

27 de abril

La mamá de Lucas es Patricia Villegas y confirma que su hijo ha ido a clases vestido de carabinero los últimos seis años.

"Todos los años le tengo que comprar trajes pero eso da lo mismo porque se siente muy contento cuando llega al colegio como carabinero y es muy gracioso porque cuando era más chiquito sus compañeros le decían que no se olvidara de ir con el traje el 27 de abril", explica su feliz madre.

Tal es el sentimiento y cercanía que tiene Lucas con la institución que el martes le pidió permiso a una profesora con la cual al día siguiente tenía prueba si podía ir vestido como carabinero. "Menos mal me dijo que sí e hice la prueba con el uniforme".

Sorprendentemente, su madre, Patricia, aclara que ni en su familia ni en la de su esposo hay algún pariente que pertenezca a las Fuerzas Armadas o de Orden, así que "yo creo que a Lucas le gusta la institución por su carácter social, ya que desde chico ha sido muy preocupado de las demás personas".

Patricia explica que le ha preguntado varias veces a su hijo si cuando va con el traje de carabinero sus compañeros lo molesta y "me dice que no, sus amigos saben que él se siente pleno como policía".

¿Pero sólo ocupa el traje los 27 de abril?

No, cuando tiene fiesta de disfraces con sus amiguitos Lucas va vestido como carabinero o si un día el colegio permite no ir con el uniforme, mi hijo va con su traje de carabinero.

La madre cuenta que la admiración de Lucas hacia los uniformados es siempre, incluso cuando van por la calle.

"Él se detiene a saludarlos o participa de sus actividades, como las corridas que organiza Carabineros".

Al ser el encargado de seguridad de su curso, Lucas cuenta que cuando un compañero le pega a otro los separa y anota esa acción. Y si un amiguito hace algo bueno por otro, lo felicita y le da una carita feliz.

Lo curioso es que el pequeño, aparte de combatir el tráfico de chocolates en su curso, tiene tiempo para ser parte de la banda del establecimiento, donde muestra sus dones artísticos tocando la trompeta.

"Cuando toca en la banda, él se sigue creyendo el cuento de que es carabinero, especialmente cuando marchan...se mete en el personaje", ríe Patricia quien está orgullosa de su hijo.