Pablo Mamani Prado
La novedad en estas elecciones presidenciales en el Puerto Salitrero fue el cambio de vocales de mesa, una función que no es muy apetecida por la ciudadanía, pero con una importancia fundamental en este tipo de procesos democráticos.
Así fue el ejemplo de las integrantes de la Mesa 5 de la Escuela Arturo Prat, quienes eran "primerizas" y algunas ni siquiera habían votado antes en una elección.
La buena onda, las risas y la disposición a cumplir con creces esta función, fue la tónica que demostraron estas personas, donde en este establecimiento la mayoría de las mesas tenía vocales nuevos.
Priscila Martínez fue la presidenta de esta mesa, acompañada por la secretaria Celia Jiménez y la comisario Giovanna Carrasco, a cuyas labores se sumaron Mariela Gallardo y Luis Sepúlveda.
Ardua labor
Si bien, algunas confesaron en que no tenía ganas de ser vocales de mesa. Todas fueron requeridas en el primer llamado general, aunque pese a la incomodidad de levantarse temprano y estar todo el día frente a las urnas, fue una labor fructífera y muy difícil.
Ello, especialmente a la hora de mayor aglomeración de votantes, donde se registró una fila debido a la lentitud del proceso. Todo ello por ejercer a la perfección esta función y mantener el ordenamiento de los votos.
El conteo fue arduo y pese a todo, ellos supieron cumplir con su deber ciudadano de la forma más responsable posible, pues saben que los destinos del país están en esas urnas.
Ahora y después de un largo día se fueron al descanso con la convicción de haber estado vigentes en esta elección, donde ya se preparan para la segunda vuelta, donde nuevamente serán vocales de mesa en Tocopilla.