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La historia de esfuerzo de agricultora de Toconao

Dalay Noemí Gonzales realiza productos con identidad local y ancestral que ponen en valor la diversidad alimentaria en el desierto más árido del mundo.
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Fabiola Vega M. / Redacción - La Estrella de Antofagasta

Dalay Noemí Gonzales es agricultura de la localidad de Toconao y junto a su familia por generaciones han trabajado en el procesamiento de productos agrícolas.

Las altas oscilaciones climáticas, intrínsecas de la zona, favorecen la producción agrícola, proveyéndolas de unas muy particulares características que resaltan su calidad, sabor, colores y aromas.

Dalay contó que su familia simplemente busca compartir parte de su gastronomía. Cuentan con preparaciones tradicionales como mermeladas de damasco, albaricoques, dulce o carne de membrillo y jalea de membrillo, como también el café de higo.

No conforme con ello, se mantienen innovando continuamente, preparando productos como mermelada de pétalos de rosa del año en sus dos versiones: una de intenso sabor y aroma mientras que la otra destaca por su sabor más fresco y suave (utilizada en gastronomía y algunos bares).

"Casi todas las familias de Toconao, desde tiempos inmemoriales, procesan sus cosechas. Tanto hombres como mujeres, dan fe de los árboles antiguos que yacen en la zona. (...) Este olvido o invisibilidad ha permitido de cierta manera permanecer en una especie de burbuja en el tiempo", comentó.

En Toconao, para cultivar y tener producción, cada agricultor debe tener conocimiento y mucha dedicación, pues están ubicados en la cuenca del Salar de Atacama, donde el agua es escasa y se debe caminar bastante por senderos angostos, por lo que la poda y abono se hace de forma manual, cargando el peso en la espalda. Y para cosechar, lo mismo, sumado a subir y bajar arenales, según el sector, lo que requiere una gran demanda física.

"Antiguamente, hasta 1920 aproximadamente, algunos pobladores tenían burros amansados para transportar carga al huerto. Asimismo, se daba la negociación o arriendo de este transporte animal que era de utilidad", dijo.

Su madre, Anapetrona, toda su vida la ha dedicado a la agricultura y a la cocina. Sus antepasados, de igual forma, heredaron este modo de vida el cual, como descendencia, hoy para sus hijos y nietos es algo natural en el desarrollo culinario.

Con todo esto, Dalay y su famlia han aprovechado los recursos del Estado para poder formalizar su negocio y que siga creciendo.

"Fui beneficiario Capital Semilla de Sercotec, también beneficiaria de un proyecto de Indap. Formalicé mi negocio en 1998 y el año 2010, se obtuvo la resolución sanitaria. También estoy inscrita en ChileCompra. Formamos parte del catálogo digital de Corfo. Participo activamente en Programa PTI Agro Alimentos de Corfo. Pongo en valor el trabajo de muchos, pero en especial el de mi madre e hijas. Mis hijas son una motivación importante", expresó.

Además, señaló que "las mujeres en general siempre hemos generado economías, más aún si somos madres solteras. Esta circunstancia no te da mucho margen a equivocarte. Las mujeres ya al llevar la economía de un hogar, tienen cierto dominio de cómo invertir o qué hacer con el dinero".

En relación al trabajo que ha hecho Dalay junto a su familia, la gerenta de Gedes de la región, Karen Sánchez, afirmó que "para nosotros como Administradores del Programa Territorial Integrado (PTI) de Agricultura Sostenible y Alimentos con valor agregado en el Desierto, contar con beneficiarias del programa con emprendimientos a base de la transferencia del conocimiento de generación en generación de una familia de mujeres, quien toda su vida se ha dedicado a la agricultura y cocina con cariño conservando la cultura y costumbres Lickalantay, se transforma en un aporte sustancial para la propuesta de valor y trabajo con sentido".