Iris González Gamboa

Frente al 399 de calle Arturo Prat, en la Comuna de Santiago Centro, fue detenido ayer Israel Álvarez Tapia, único condenado por el homicidio del empresario computacional antofagastino Aliro Álvarez Armijo.

Su arresto fue concretado a las 10.40 horas por carabineros del OS9 de la Prefectura Antofagasta, noticia que fue recibida con gran emoción por su familia (ver nota secundaria), que cargaba con el dolor de saber que el sentenciado estaba prófugo y no pagaba así la pena de 6 años de presidio efectivo que le impuso finalmente en septiembre de 2020 la Corte Suprema.

El condenado, de 58 años, fue conducido a la Cuarta Comisaría "S.O.M. Daniel Palma Yáñez" de la capital y luego trasladado al penal Santiago 1.

Al respecto, el juez del Tercer Juzgado Civil, magistrado Jordan Campillay, indicó que "este Tercer Juzgado de Letras de Antofagasta, recibió comunicación oficial de parte de Carabineros de Chile, Sección OS-9, de Antofagasta, informando la detención, en la comuna de Santiago, de Israel Álvarez Tapia, condenado por este tribunal, por el delito de homicidio calificado, a la pena de 6 años de presidio. La sentencia de termino, fue pronunciada por la Excma. Corte Suprema del país. Atendido lo informado y la condición procesal del detenido, se dispuso su ingreso para el cumplimiento de la sentencia, ante la autoridad de Gendarmería".

El caso, uno de los más emblemáticos de la historia policial antofagastina, comenzó a escribirse la noche del viernes 13 de julio de 2001, cuando se perdió todo rastro del joven de 30 años, que se habría paso en el entonces emergente rubro de la computación y en el que ambos protagonistas tenían una relación comercial.

Los días sin noticias de Aliro comenzaron a pasar hasta convertirse en semanas, meses y años. En medio de ello, sus padres y hermano jamás bajaron los brazos, se tejieron las más diversas hipótesis y fueron desarrolladas innumerables diligencias, pero nada. Su paradero era un misterio y un puzzle para las policías.

Los peores presentimientos se confirmarían cuatro años después. Pese a todos los despliegues, los restos del joven fueron encontrados de manera fortuita por un poblador que recolectaba chatarra en el sector de Roca Roja, el 14 de diciembre de 2005. El dolor fue inmenso para sus familiares y peor aún al confirmarse que había sido asesinado a tiros.

Carabineros destacó ayer las diligencias que "en ese entonces dieron luces de la identidad del autor de este ilícito, quien es detenido el 2007 y el 2017 es condenado a 20 años de presidio por este caso, pero el 2018 es absuelto por la Corte de Apelaciones. Sin embargo el 29 de septiembre de 2020 la Corte Suprema cambió esta resolución y decretó el presidio efectivo, pero hasta hoy se encontraba prófugo de la justicia".

Relevó, además, el trabajo del OS9 Antofagasta. "Carabineros a pesar de los años transcurridos, no sólo identifica y detiene al autor de este homicidio, sino que nuevamente concretó captura y así cumpla con su condena , dando algo de tranquilidad a la familia de Aliro Álvarez".

En lo referido a la investigación, detalló que el 2015, por instrucciones de la magistrado Olaya Gahona, del Tercer Juzgado del Crimen de Antofagasta, "se reabrió el caso y se traspasó la investigación a Carabineros de la SIP de la 2ª Comisaría de Antofagasta y hoy de dotación del OS9 Antofagasta. Es así que por dos años personal especializado analizó 129 declaraciones, más de 1000 entrevistados y más de 6.000 fojas de archivos separados por tomos, logran esclarecer el delito de homicidio. Esto también fue posible gracias a la obtención de información a través de levantamiento aerofotogramétrico, pericias arqueológicas, pericias mineralógicas por difracción de rayos X y uso de Espectromía de emisión atómica con plasma acoplado por inducción. Esto permite a Carabineros situar evidencia no orgánica de la ropa de Aliro en el domicilio del imputado I.G.A.T. realizado en la Universidad Católica del Norte en Antofagasta. Además se logró acreditar su participación a través de evidencia testimonial, circunstancial, criminalística y científica".

La Estrella de Antofagasta

Sólo hace tres semanas, este Diario había conversado con Aliro Álvarez Contreras, padre del joven, al cumplirse los 22 años de su desaparición y asesinato.

"Es el fracaso más grande de ambas policías y la justicia", dijo, en una mezcla de sentimientos de pena, rabia e impotencia al referirse al caso de su hijo. Ayer, todo eso quedó atrás al conocerse el arresto de Israel Alvarez Tapia, quien desde el comienzo fue el principal sospechoso para ellos y cuya libertad les provocaba un profundo dolor.

"Mi mayor deseo es que esté en la cárcel. Eso es lo único que me consolaría. Lo veo cada vez más lejos, pero no imposible", señaló a La Estrella, sin imaginar que en menos de un mes recibiría al fin la noticia de su captura.

Al ser contactado ayer por este medio, dijo aún emocionado que había llorado mucho desde fue informado de la detención.

"No hallaba qué hacer: llorar, gritar (...) era difícil, pero no imposible. Ojalá que no se les arranque otra vez. Todavía no me repongo bien; ahora estoy un poquito más tranquilo, pero no hallo la hora que lo traigan para acá, para verlo", indicó Álvarez Contreras.

"Es la mejor noticia que he recibido en años. Ahora derramé todas las lágrimas que me quedaban, ya no me quedan lágrimas. Es la mejor noticia", aseguró.