El Presidente Boric dice que la seguidilla de atentados no lo intimidará
El mandatario visitó ayer La Araucanía, donde horas antes de su arribo una casa patronal fue quemada y sus autores dejaron un lienzo interpelándolo.
Leonardo Riquelme C.
Con una protesta contra la "militarización" en la zona, bajo estado de excepción hace más de un año, y la quema nocturna de una casa patrimonial en Curacautín arribó al mediodía de ayer el Presidente Gabriel Boric a La Araucanía.
La manifestación se produjo en Freire, donde el jueves encapuchados destruyeron una capilla. El atentado, en tanto, ocurrió a 112 kilómetros al norponiente, donde desconocidos hicieron arder el inmueble, que entonces se encontraba sin ocupantes.
"Gabriel Boric, ninguna ley podrá con la resistencia", decía un panfleto atribuido a la Resistencia Mapuche Malleco. También demandaba el regreso a la cárcel de Angol de seis comuneros trasladados en mayo tras protagonizar incidentes y secuestrar a tres gendarmes en dicho penal.
Luego de su traslado, se han producido cerca de una veintena de atentados con panfletos demandando su retorno a esa prisión.
Tras participar en la inauguración de la nueva conexión ferroviaria entre Temuco y Pitrufquén, el Presidente respondió al emplazamiento hecho directamente hacia él por los violentistas.
"Cuando aterricé en Temuco le pregunté a un general '¿cómo está?' y me responde: 'sin novedad', y le digo que 'no me puede decir eso', porque desgraciadamente anteayer hubo un atentado incendiario en Quepe y ayer en Curacautín, y eso nos indigna, pero también nos fortalece", planteó el mandatario.
"Fortalece la unidad con la que vamos a enfrentar a quienes realizan este tipo de actos, y quiero decirlo de manera muy clara: pese a que incluso había amenazas directas, a mí no me van a intimidar, y no me cabe ninguna duda de que a las autoridades de la zona y a las comunidades pacíficas, que son las grandes mayorías de La Araucanía y el Biobío, no las van a intimidar tampoco".
"Ustedes, quienes realizan estos actos, son una pequeña minoría violenta que va a ser perseguida y castigada por el Estado como corresponde", les dijo.
El Presidente agregó que todos sus esfuerzos estaban puestos en cumplir con "la obligación de genera un espacio de tranquilidad para los chilenos", lo que en La Araucanía estaban abordando con inversión pública, diálogo y en mejorar la eficacia de la persecución policial.