Parte nuevo juicio a chileno en Francia por muerte de japonesa
Nicolás Zepeda, condenado por el crimen de Narumi Kurosaki, será defendido por el abogado de Julian Assange. Dos personas dicen haber visto a la joven.
Matías Gatica/ EFE
Hoy da inicio el juicio de apelación en Francia contra Nicolás Zepeda, el chileno condenado a 28 años de cárcel como autor del asesinato de su antigua novia japonesa Narumi Kurosaki en 2016.
Zepeda, de 32 años, fue condenado en abril pasado ante las numerosas pruebas y testigos que apuntaban en su contra, aunque jamás se encontró el cadáver y él siempre se declaró inocente.
En esta instancia a realizarse en la ciudad francesa de Vesoul , el chileno busca su absolución, aunque también se arriesga a la cadena perpetua.
La japonesa de 21 años, desapareció el 4 de diciembre de 2016 después de que Zepeda viajara a Francia para intentar, según él, recuperar una relación que mantuvieron cuando él estuvo estudiando en Japón, aunque ella tenía un nuevo novio francés.
Según la investigación, Zepeda cenó con Kurosaki la noche en la que se perdió su rastro y ambos fueron grabados por una cámara entrando en la residencia de estudiantes donde vivía ella, de donde horas después se vio salir solo al chileno, quien fue extraditado en 2020 luego del visto bueno de la Corte Suprema.
Aunque las pruebas y argumentos de acusación y defensa son las mismas que en el primer juicio, el nuevo proceso tiene la novedad de que Zepeda tiene un nuevo abogado, Antoine Vey, un famoso letrado parisino que ha participado, entre otros, en la defensa del australiano Julian Assange en Londres.
Uno de los abogados de la acusación particular, Randall Schwerdorffer, que representa al que era el novio de la joven, considera que en esta ocasión "hay una posibilidad real de confesión" por parte de Zepeda, según dijo en una entrevista con el medio regional L'Est Republicain.
Sin embargo, la semana pasada se dio a conocer el testimonio de Said Neremi, quien aseguró haber visto con vida a Kurosaki el 11 de diciembre del año pasado en un restaurante de la ciudad de Besançon, Francia. "Yo sé perfectamente lo que digo, esa mujer era Narumi, ella está viva" dijo el sujeto quien sería testigo en el juicio, y que gregó a la policía que la vio asustada. El relato se se suma a los dichos de Stéphanie Beyer, quien también dijo que la vio viva en un bar.