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Humanos modernos generan más neuronas que neandertales

Pese a que tenían un cerebro de similar tamaño existe un cambio genómico en un sólo aminoácido.
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EFE

Los humanos modernos generan más neuronas durante el desarrollo del cerebro que sus antepasados neandertales, lo que podría haberles dado una ventaja sobre ellos al contribuir a las diferencias cognitivas implícitas entre ambos.

Ese aumento de la neurogénesis responde a un único cambio genómico en un solo aminoácido de la proteína TKTL1 de los humanos modernos, según un estudio firmado por investigadores alemanes que publicó Science.

El aumento del tamaño del cerebro y de la producción de neuronas durante el desarrollo cerebral se consideran factores importantes para el aumento de las capacidades cognitivas que se produjo durante la evolución.

Aunque humanos modernos y neandertales desarrollaron cerebros de tamaño similar, se sabe muy poco sobre si la producción de neuronas durante el desarrollo pudo ser diferente, un aspecto que analizaron para este estudio investigadores del Instituto Max Planck y de la Universidad de Dresde (Alemania).

Así descubrieron que la variante humana moderna de la proteína TKTL1 se diferencia en un aminoácido de la neandertal, lo que aumenta un tipo de células progenitoras cerebrales llamadas glía radial basal, encargadas de generar la mayoría de las neuronas del neocórtex en desarrollo.

La región externa de la corteza cerebra -el neocórtex- es una estructura evolutivamente avanzada responsable de las capacidades cognitivas, que es claramente grande y compleja en los seres humanos, lo que se cree que dota a nuestra especie de capacidades cognitivas únicas.

Dado que la actividad de TKTL1 es especialmente elevada en el lóbulo frontal del cerebro humano fetal, los investigadores concluyen que esta única sustitución de un aminoácido subyace a una mayor producción de neuronas en el lóbulo frontal del neocórtex en desarrollo en los humanos modernos.

En ratones

El equipo, encabezado por Anneline Pinson del Instituto Max Planck, introdujo la variante humana moderna o la neandertal de TKTL1 en el neocórtex de embriones de ratón y vio que las células gliales radiales basales aumentaban con la humana moderna y, por tanto, contenía más neuronas.

A continuación exploró la relevancia de estos efectos para el desarrollo del cerebro. En los humanos modernos la TKTL1 contiene arginina, mientras que en el neandertal es el aminoácido relacionado lisina.

Los investigadores sustituyeron la arginina por la lisina en organoides cerebrales humanos -estructuras en miniatura similares a órganos que pueden cultivarse a partir de células madre en laboratorio y que imitan aspectos del desarrollo temprano del cerebro humano -.

"Descubrimos que con el aminoácido de tipo neandertal en TKTL1 se producían menos células gliales radiales basales que con el tipo humano moderno y, como consecuencia, también menos neuronas", dijo Pinson.

"Aunque no sabemos cuántas neuronas tenía el cerebro neandertal, podemos suponer que los humanos modernos tienen más neuronas en el lóbulo frontal del cerebro, donde la actividad de TKTL1 es mayor que en el de los neandertales".

Los burros están domesticados hace sólo 7 mil años y fue en África

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Los burros domésticos han sido importantes para el ser humano durante siglos sin embargo su historia genética es poco conocida y apunta a que este animal está con nosotros desde hace más 7.000 años y su domesticación fue en África.

Esta es la conclusión de un estudio que publicó Science a cargo de un equipo internacional encabezado por el Centro de Antropología y Genómica de Toulouse (Francia).

El equipo realizó un exhaustivo análisis genómico de burros (Equus asinus) modernos y antiguos para rastrear los orígenes, la expansión y las prácticas de gestión que subyacen a la domesticación de este importante animal de carga a lo largo de miles de años.

Los expertos consideran que comprender la historia genética del burro, en gran parte ignorada, no solo es importante para evaluar su contribución a la historia de la Humanidad, sino que podría mejorar la gestión local del animal en el futuro.

A pesar de su importancia para las antiguas sociedades pastoriles de África, Europa y Asia, se sabe poco sobre su larga historia con el ser humano, sobre todo en lo que respecta a su origen, domesticación e impacto de la gestión humana en su genoma.

El equipo encabezado por Evelyn Todd, del centro francés, evaluó 238 genomas de burros modernos y antiguos para descubrir nuevas claves sobre su historia de domesticación.