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Gladys sobreviviente: batalló dos años y derrotó al cáncer de mama

Finalizó su proceso en el Centro Oncológico del Norte (CON) de Antofagasta, pero todo comenzó en su Temuco natal y continuó en Iquique. Éste es el testimonio de una mujer que viajó de un extremo al otro del país con un objetivo: vivir.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Si bien Gladys San Martín Martínez (48) dice que es difícil que se ponga a llorar, en el tono de su voz a medida que avanza esta entrevista no oculta su emoción y claro, no es para menos porque su historia es un testimonio de lucha y cómo las ganas de vivir y el amor por su familia fueron mucho más fuertes que el cáncer, una maldita enfermedad que en los últimos años la enfrentó a su batalla más dura. Hoy ella es una sobreviviente.

El video es de cortos segundos, pero con eso basta para enviar un tremendo mensaje: haciendo tocar la campanilla a modo de despedida, Gladys salía de la última de 25 sesiones de radioterapia del Centro Oncológico del Norte (CON) en Antofagasta, el recinto clínico que fue el epicentro del segundo round en la pelea contra el cáncer en su mama izquierda. Esta vez el triunfo fue el definitivo y entre abrazos y aplausos, la mujer resultaba -después de un proceso larguísimo y extenuante- victoriosa.

El inicio de la lucha

Hace cinco años que vive en Iquique, pero su historia se remonta al otro extremo del país, hacia el sur, en su natal Temuco. Ahí comenzó todo cuando a poco más de dos años y luego de que en pleno periodo de protestas y enfrentamientos tras el 18 de octubre de 2019 la mujer quedara sin trabajo, decidió permanecer unos meses en la Araucanía. Cuando ya estaba lista para regresar, Gladys comenzó a sentirse mal… muy mal.

"Me había hecho exámenes con respecto a lo mismo, pero nunca me atendieron, no me dieron diagnóstico, no me llamaron, y uno piensa que si no te llaman no es cáncer, no es algo grave. Cuando hablé con la matrona me dijo 'Gladys el cáncer no duele' y que 'los nódulos benignos no tenían prioridad' en ese tiempo.", dice al teléfono desde Iquique y agrega que para agilizar el tema la prestación fue particular. Pero la realidad era otra, en su mama izquierda el dolor se intensificó al grado de sentir como si fuesen agujas.

Los meses pasaron y decidió volver al norte para buscar sus cosas y devolverse al sur, pero lamentablemente se sentía peor. Ahí decidió nuevamente consultar. "Me atendió una matrona, Alejandra, del consultorio del sector sur de Iquique y fue extraordinaria porque vio la gravedad con sólo mirarme y me derivó enseguida a oncología del Hospital Ernesto Torres. Me hicieron la atención más extraordinaria en la salud pública... Yo siento que ellos me salvaron la vida".

Gladys llegó hasta el Hospital de Iquique con un cáncer que ya se encontraba en fase III, bastante avanzando, periodo en el que ya comienza a afectar a los ganglios linfáticos cercanos. Su tumor sobrepasaba los 6,7 centímetros y en un momento sobrepasó los 7cm, entonces debía recibir quimioterapia de manera urgente.

"Me decían qué tarde