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Carabinera balea a ladrones que trataron de robar camión y su auto

Asaltantes querían llevarse 26 toneladas de carne importada.
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L. R. C.

Una carabinera que se dirigía a su lugar de trabajo repelió a balazos a una banda de delincuentes que pretendía robar un camión con 26 toneladas de carne importada y su vehículo, en una encerrona efectuada en la ruta Los Libertadores con Vespucio Norte, en el límite entre Huechuraba y Quilicura.

Cerca de las 6.30 horas los ladrones cruzaron un vehículo cuando el camión subía por el empalme que comunica la autopista con la circunvalación. Del auto bajaron seis asaltantes y amenazaron al transportista de nacionalidad paraguaya.

"Fue muy violento, es la primera vez que me ocurre. Fue siempre con armas de fuego y siendo muy agresivos", dijo a Mega el camionero, que yacía muy afectado.

Cuando estaban por apoderarse del camión, los ladrones intentaron hacer lo propio con la conductora de un vehículo que se acercaba. Quien lo manejaba era una carabinera que vestía de civil.

De acuerdo a testigos, ella indicó que era policía y les ordenó a los ladrones que se detuvieran, iniciándose así una balacera.

Los ladrones huyeron en un vehículo que se dirigió a un Cesfam porque iban dos heridos. Su condición era grave, por lo que fueros trasladados de urgencia al Hospital San José, donde uno de los baleados se encontraba hasta ayer en riesgo vital , según informó el fiscal Cristián Meneses, quien agregó que la carabinera utilizó su arma personal inscrita.

Los otros dos ocupantes fueron detenidos y los otros dos asaltantes del atraco hasta ayer no eran ubicados.

El hecho y las pericias generaron un taco de más de 8 kilómetros, que se superó cerca del mediodía.

8 kilómetros de taco generó el asalto y las pericias policiales. En el hecho dos ladrones resultaron heridos.

Cura Berríos niega acusación en su contra y se autodenuncia

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A casi un mes de que la Compañía de Jesús abriera una investigación canónica en su contra por una denuncia de "hechos de connotación sexual" cometidos contra una entonces menor de edad, el sacerdote Felipe Berríos rompió ayer su silencio y negó la acusación en su contra.

"Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad", dijo el cura en una carta.

En la misiva Berríos señala que la acusación por los hechos que habrían ocurrido hace 18 años no fue ingresada a Fiscalía, por lo que decidió autodenunciarse para que el Ministerio Público, y no solo la justicia canónica, investiguen el caso. Solicitó que además se añadan a la indagatoria otras denuncias vertidas a través de medios de comunicación, de las que dijo no tener antecedentes.

"No me parece que los sacerdotes debamos tener una justicia especial. Esto es visto, con justa razón, como un privilegio por el resto de los chilenos", señaló el cura.

En su escrito manifestó sus intenciones de defenderse ante tribunales "en la forma más trasparente posible", aludiendo a que durante este mes se divulgaron "muchos rumores falsos". "No puedo seguir callado", recalcó.