Diego Gotelli C.

Diferencias en la vejez de los chilenos según los años de estudio y el lugar en el que habitan son parte de las conclusiones a las que llegó un estudio que ahondó en los niveles de dependencia que presentan los adultos mayores en el país.

El análisis, realizado por el Observatorio del Envejecimiento de la UC, constató que a mayor nivel académico las personas de tercera edad requieren menos ayuda para sus actividades durante la vejez.

Según el informe -que analizó estudios poblacionales como la Casen y encuestas sociales en pandemia- entre los adultos mayores con estudios universitarios o técnico superior el 5% y 6%, respectivamente, presentan cuadros de dependencia, mientras que entre quienes alcanzaron la educación media el índice sube a 11%; en quienes solo cursaron la educación básica el indicador llega a 17%; y entre quienes no cuentan con educación formal los dependientes ascienden a un 32%.

Asimismo, se identificó que las regiones con mayor población rural padecen, a su vez, altos indicadores de dependencia entre sus adultos mayores.

La categoría la lidera Ñuble, cuya población rural es la más alta de Chile (30%) y que presenta el mayor registro de adultos mayores dependientes (20%). Por contraparte, regiones como Antofagasta, Atacama y Magallanes, que están entre las ciudades con menos ruralidad, presentan entre 11% y 12% de población mayor dependiente, los menores indicadores del país.

"Estas diferencias se explican en base al acceso diferencial a salud, educación y trabajo que experimentan estos grupos a lo largo de su vida. La llegada de la pandemia ha incrementado la desigualdad en este ámbito, y junto con ello la calidad de vida y riesgo de dependencia de los grupos más vulnerables", afirma el estudio en sus conclusiones.

Los investigadores hicieron hincapié en que la pandemia además agudizó la desigual distribución de labores de cuidado entregados a los mayores con depedencia, aumentando la carga en mujeres por sobre los hombres.

Con una sorpresa fue recibido Jorge, un niño de nueve años, cuando la semana pasada acudió a una consulta dental en la clínica en la que se atiende desde pequeño. Al ingresar al box de atención fue recibido por un perro, el cual lo acompañó mientras era tratado por los dentistas.

"A él le gustan mucho los perritos y hoy ha podido estar tranquilo a pesar de que hay ruido y más gente de lo normal", dijo su madre, Jaqueline Urbina.

El niño fue uno de los primeros en conocer la iniciativa que está llevando a cabo la Clínica Odontológica de la Universidad de Chile, que sumó a sus atenciones la compañía de perrros, a fin de entregar contención y bienestar a sus pacientes, especialmente los niños y las personas con alguna discapacidad física o intelectual.

El proyecto es fruto de una colaboración de la casa de estudios con fundación Tregua, que se dedica a la inclusión a través de intervenciones asistidas con canes, quienes facilitaron a la clínica el acceso a perros entrenados para terapia especializada, los que fueron criados desde cachorros con el fin de socializar y que ahora actuan como una especie de asistentes en la clínica dental.

"La evidencia muestra que en casos de personas que sufren autismo, síndrome de down, parálisis cerebral u otro tipo de discapacidades, ser acompañados por canes mejora la respuesta y la contención emocional, por lo que decidimos dar este paso de manera de entregarles una atención odontológica más cariñosa", dijo la decana de la Facultad de Odontología de la universidad, Irene Morales.

El relajo de las restricciones pandémicas para volar han elevado los viajes hacia dentro y fuera del país, pero junto con la reactivación del rubro también han aumentado los reclamos de los pasajeros.

Así lo revelan cifras del Sernac, que mostraron un incremento del 80% en las quejas recibidas este año contra las aerolíneas en comparación a igual lapso del 2021.

Según sus datos, 13.042 usuarios han ingresado algún reclamo relacionado a vuelos entre enero y abril. La mayoría -un tercio de ellos- corresponden a aspectos sobre "formalidades del contrato", que incluye casos de no devolución del dinero pagado tras la suspensión o reprogramación del viaje, o dificultades para reagendar vuelos tras postergarse en contexto de la pandemia. Esta categoría subió un 32% sus casos en un año.

El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, comentó que es "muy relevante" que los usuarios hagan valer sus derechos al momento de viajar, aunque acotó que considera el incremento de quejas "razonable" considerando que es un rubro que aumentó en un 121% el flujo de viajeros el primer trimestre en comparación al año anterior.

Desde la Dirección de Aeronáutica Civil llamaron a que los pasajeros puedan conocer con antelación sus derechos antes de viajar pues, afirman, varios problemas se podrían solucionar incluso antes de ingresar un reclamo.