Cartas
Clases presenciales
A pocos días del inicio de clases, estamos expectantes y esperanzados sobre lo que ocurrirá con el retorno a la presencialidad y el aumento de estudiantes matriculados, puesto que las cifras del año pasado muestran que cerca de 40 mil no fueron matriculados en ningún establecimiento educativo. Si a eso sumamos que, debido a la reducción de aforos y la presencialidad voluntaria, el 2021 terminó siendo un año con menor cantidad de horas efectivas de clases que el 2020, la situación resulta crítica. La brecha educativa que podemos enfrentar es enorme y puede ser un reto mayúsculo para las comunidades educativas y un gran costo social para nuestro país. Los estudios muestran que un temprano acceso al espacio educativo afecta positivamente el desarrollo de las habilidades socioemocionales y cognitivas de los niños, permitiendo así disminuir las brechas educacionales (Dussaillant & González, 2012; MINEDUC, 2013). Más aún, en estos dos años de pandemia, se ha demostrado que la mejor manera de hacerle frente al rezago en el desarrollo y aprendizaje de nuestros niños y niñas, es volviendo presencialmente a clases.