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Desde la región descubren el misterio de la estrella Betelgeuse

A fines de 2019 este objeto de la Constelación de Orión comenzó a perder rápida y extrañamente su brillo, lo cual revolucionó a los astrónomos e incluso se llegó a pensar que estaba a punto de estallar en una gigantesca supernova. Pero un equipo de científicos utilizó el observatorio VLT en Paranal para hallar la verdadera razón.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Es fácil ubicarla en el cielo nocturno. Justo abajo de las "Tres Marías", también llamadas el Cinturón de Orión, aparece un punto rojizo muy brillante. Esa es Betelgeuse, una estrella supergigante roja que es conocida por ser el faro de la "Constelación de Orión".

Betelgeuse, una de las estrellas más famosas del cielo nocturno -en verano es más fácil verla a simple vista- más de 400 veces más brillante que nuestro Sol y posee 100 mil veces su tamaño. Además, se ubica entre 600 y 700 años luz de distancia del Sistema Solar.

Dicho de otro modo, la luz se tarda en llegar más de 600 años desde Betelgeuse a la Tierra. Al observarla la estamos viendo cómo era hace seis siglos, por las distancias increíblemente enormes del Universo.

A fines de 2019 y comienzos de 2020 Betelgeuse tenía a la comunidad de astrónomos mundial revolucionada. Poco a poco fue perdiendo su brillo, lo que se podía notar sin necesidad de un telescopio.

Esto llevó a que en ese tiempo un equipo científico liderado por Miguel Montargès de la Universidad de Lovaina en Bélgica, utilizara la sofisticada tecnología del Very Large Telescope (VLT), ubicado en Cerro Paranal -Región de Antofagasta- para observar a la estrella, con lo cual se comprobó que había perdido el 36% de su brillo.

Mientras se estudiaban las razones los astrónomos alrededor del mundo comenzaron a entregar diversas teorías, siendo la más famosa que Betelgeuse al estar en la fase final de su vida (tiene cerca de 10 millones de años, "joven" pero su masa tan enorme acorta el ciclo de estas estrellas) habría comenzado a acabar su combustible y entrado a la etapa antes de explotar en una gigantesca supernova.

Una supernova es una explosión masiva en el espacio de estrellas supergigantes, la que arrasa con todo a su a paso y que además resulta más brillante que todo la galaxia completa, algo que no ocurría desde el siglo XVII. Por eso tanto entusiasmo, dado que no son tan frecuentes (aproximadamente cada 200 años, según los registros más fiables). Eso en términos terrestres, lo que cambia radicalmente si se considera que el Universo tiene más de 13 mil millones de años.

Si ese hubiese sido el caso, el espectáculo en el cielo nocturno habría dado paso a algo inimaginable, aunque probablemente hubiésemos esperado 600 años para verlo debido a la distancia de Betelgeuse con el Sistema Solar.

Sin embargo, la realidad es mucho menos espectacular. En abril de 2020 la estrella volvió a su brillo normal. Los científicos que la habían observado antes publicaron un nuevo estudio en la revista Nature el 16 de junio, en el cual revelaron el misterio: la atenuación del brillo fue causada por un velo polvoriento que oscurecía a la estrella, que a su vez fue el resultado de un descenso de la temperatura en la superficie estelar de Betelgeuse.

Para ello, el equipo de Montargès utilizó los dispositivos Sphere y Gravity del VLT de ESO (Observatorio Europeo Austral), con lo cual pudieron mirar a Betelgeuse no sólo como un punto en el espacio, sino que lograron monitorizar su superficie.

"Hemos sido testigos directos de la formación del llamado polvo de estrellas", afirma Montargès.

La superficie de Betelgeuse cambia regularmente a medida que las burbujas gigantes de gas se mueven, se encogen y se hinchan dentro de la estrella. El equipo concluyó que, un tiempo antes de la Gran Atenuación, la estrella expulsó una gran burbuja de gas que se alejó de ella. Cuando, poco después, se enfrió una zona de la superficie, esa disminución de la temperatura fue suficiente para que el gas se condensase en forma de polvo sólido, señala el sitio web de ESO.

"La única estrella que vemos a simple vista como un disco es el Sol, el resto son puntitos y no importa lo brillante o cercanas que estén", dice Sebastián Ramírez Alegría, del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta.

El astrofísico explica que esto no implica que Betelgeuse haya sido descartada para explotar en supernova en el futuro, dado que está en el final de su vida. "Betelgeuse tiene la masa para explotar como una supernova del tipo II, es decir, tiene más de ocho masas solares y por lo tanto se espera que no sea capaz de sostener su propia gravedad y explote".

Ramírez añade que son muchas las estrellas candidatas a ser supernovas, no sólo supergigantes rojas, sino que también azules. Todo se debe a la masa.

"Generalmente las estrellas brillantes tienden a ser de masa mayor, son visibles a simple vista y también de masa alta. Además de Betelgeuse está Antares en Escorpión que es muy roja y también está Rigel que es una azul que también está en Orión (justo arriba de las Tres Marías, muy brillante), la que es visible a simple vista. Hay muchos otros ejemplos de estrellas más débiles y que se deben observar con telescopio, pero también son candidatas a supernova", añade.

En tanto, el astrofísico de la Universidad de Valencia, Mario Álvarez, agrega que Betelgeuse que "es una estrella pulsante masiva, lo que significa que se contrae y expande. Cuando se convierta en supernova será muy luminosa, incluso se verá tan brillante como la Luna, agregando que estamos a una distancia segura. A menos de 50 años luz podría ser un problema".

¿Cuándo estallará? podría ser mañana o en 100 mil años. Nadie lo sabe.

600 Millones de años luz separan a Betelgeuse de la Tierra. La estrella brilla en Orión.

rmunoze@estrellanorte.cl