Cartas
Se marchitó la flor...
Estimado director:
A estas alturas de la canción, cuando ya no resulta un agrado escucharla, ¿Qué se puede hacer? Detenerla para siempre, por un rato, darle otra vuelta, pero todo indica que algo se debe hacer.
Es que han sido una tras otra, acusaciones de abuso, filtraciones de fotos íntimas y ahora una detención por circular en un auto con documentos vencidos en plena cuarentena.
Decidora fue su declaración, otros dirán premonitoria, cuando entró al Congreso, en la cual, palabras más, palabras menos, dejó muy claro que le daba mucha "lata" leer de temas que no entendía mucho, y remató diciendo que para eso estaban los asesores, para que le hicieran la pega, o sea desde su debut legislativo no estaba ni ahí.
Pero detengamos la escena, aquí existen otros protagonistas que tienen bastante que ver con sus desafinaciones, con la deficiencia en los "melismas" y otras hierbas, no olvidemos que no llegó solo al Congreso, no cayó del cielo, ni apareció de la nada. Hubo electores que le dieron su voto, me imagino, que después de haberlo analizado, de ver si tenía los méritos para ser investido como un diputado de la República, porque si no es así, estamos metidos en un gran problema.
Al César (elector) lo que es del César (del elector) y se hace muy urgente, que los electores tengan a mano, una metodología para evaluar a sus candidatos antes de elegirlos y no lo hagan por cosas que no tienen nada que ver con la alta responsabilidad de ser parte de nuestro Congreso.
Raya para la suma, con todo lo expuesto en los párrafos anteriores, queda absolutamente demostrado que no basta con ser solo simpático, de tener siempre en la punta de la lengua la sorpresiva patochada que rompe todos los esquemas, con ataviarse de disfraces más aptos para lucirlos en una comedia de equivocaciones, que en donde se deciden las leyes, etcétera, para aspirar a ocupar un escaño de nuestro Congreso o cualquier cargo público en el que están puestas las esperanzas de las chilenas y los chilenos para mejorar la calidad de su vida.
De una vez por todas pongámonos serios, se deben sacar enseñanzas de lo que está ocurriendo y tomar las medidas para hacer las correcciones que correspondan, para que Chile, las chilenas y los chilenos tengan, de una vez, lo más pronto posible, en las alcaldías, en las Gobernaciones Regionales, en el Congreso y en La Moneda, a las personas más idóneas ocupando los cargos de autoridades que se merecen, en la forma y en el fondo.
Luis Enrique Soler Milla