Foto denuncia: A arreglarlo
Esta señalética en 21 de Mayo con Freire se encuentra en deplorables condiciones y falta un letrero que indique la dirección de mar a cerro. Ojalá lo puedan restaurar a la brevedad.
Esta señalética en 21 de Mayo con Freire se encuentra en deplorables condiciones y falta un letrero que indique la dirección de mar a cerro. Ojalá lo puedan restaurar a la brevedad.
En diversos sectores de la ciudad se han intensificado las fiscalizaciones preventivas de parte de las autoridades, a fin que la comunidad tocopillana respete la cuarentena total de este fin de semana largo.
En el último tiempo, el debate en educación se ha centrado en la vuelta a las clases presenciales, y no tanto en aprovechar la oportunidad que presenta la pandemia para transformar la educación en los niveles con menor adopción de la tecnología.
Cuando las plataformas de gestión de aprendizaje son usadas en todo su potencial, los estudiantes realizan sus evaluaciones y obtienen la retroalimentación oportuna que necesitan a través de ellas. El trabajo del profesor se facilita, y puede enfocar sus esfuerzos en apoyar a quienes más lo requieren.
Sin embargo, el desigual acceso a internet a lo largo del país es una barrera para la adopción masiva de estas plataformas.
Una posible solución es la distribución asíncrona de contenido, que permitiría que el material y la actividad del estudiante se sincronicen a intervalos, enviando también los resultados del estudiante para su procesamiento en el colegio. Combinando lo anterior con mensajes de texto o canales de voz tradicionales para la interacción, se puede mantener la mayor parte de los beneficios de una plataforma online.
Según el informe "Impacto del Covid-19 en los resultados de aprendizaje y la escolaridad en Chile" del Mineduc, la cobertura de la provisión de educación a distancia alcanzó a un 40% de los estudiantes, y aunque en promedio el 87% de ellos declara contar con algún dispositivo para participar de clases online, su capacidad de aprender en forma autónoma podría variar entre un 85% y un 34% dependiendo del tiempo que se mantengan cerradas las escuelas, pues la falta de un vínculo efectivo con los profesores y sus pares afecta su motivación y participación.
Para resolver este problema podemos aprender de contextos que han mostrado ser muy efectivos para fomentar la participación online de las y los jóvenes: los juegos en línea. Es innegable el atractivo que los videojuegos tienen en jóvenes y adultos de todas las edades, por lo que han sido extensivamente estudiados y aplicados en diversos contextos educativos.
Múltiples estudios han mostrado que las oportunidades de interacción social, la pertenencia a un grupo, los desafíos ajustados a las habilidades de los jugadores, y la satisfacción que surge de lograr objetivos desafiantes colaborativamente, y en ocasiones compitiendo contra otros equipos, son factores que contribuyen a que las y los jóvenes se motiven y se organicen para participar de estos juegos.
De igual manera, el gran volumen de datos generado por las plataformas en línea también representa una oportunidad para la transformación digital en el sector educativo.
Pablo Schwarzenberg,
director de Ingeniería Civil Informática Universidad Andrés Bello