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Especialistas optan por clases presenciales siempre que se respeten los protocolos

Presidenta del Colmed de Antofagasta y jefe de Pediatría del HRA analizan los efectos del confinamiento en los niños y cómo debe ser un retorno seguro.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Solo quedan tres días para el 1 de marzo y el tan anunciado comienzo del año escolar, el cual por primera vez se da en el contexto de la pandemia por Covid-19, un hecho que hace varias semanas ha generado debate a nivel nacional respecto a si están las condiciones para un regreso a clases presenciales para comunas desde fase 2 del plan Paso a Paso.

A inicios de semana la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) dio a conocer que este regreso será de manera online, teniendo en cuenta que en enero aplicó una encuesta para los apoderados, la que reveló que el 85% estaba en desacuerdo de un regreso a las aulas de forma presencial.

Un caso similar es el de la Coordinadora de Colegios Particulares del Norte (Copanor), en la que un sondeo también reveló que el 87% prefería clases remotas y además que de volver a la presencialidad este año, que ésta pudiese ser durante el segundo semestre, según el sitio Timeline.cl.

En tanto, el Gobierno Regional reafirmó durante esta semana-la misma en la que continúa la vacunación de profesores y trabajadores de la educación- que el regreso será voluntario, de manera gradual, con horarios flexibles y aplicando un sistema híbrido. Es decir, con clases presenciales y remotas.

En el plan que se anunció para el retorno, la Seremi de Educación dio a conocer que el protocolo incluye higenización de los establecimientos cada 24 horas, uso de mascarillas en las aulas (espacios cerrados), el uso de los baños, rutina de lavado de manos, ventilación permanente, entre otras medidas.

"Cada comunidad escolar debe evaluar su realidad específica y las condiciones que pueden ofrecer a sus estudiantes para un retorno seguro a clases. No obstante, ese retorno debe considerar las distintas realidades de cada territorio desde una perspectiva epidemiológica y las condiciones que cada unidad educativa puede entregar a sus estudiantes", señala al respecto la seremi de Salud, Rossana Díaz, añadiendo que se encargarán de fiscalizar que dichas medidas se cumplan.

Efectos negativos y protocolos

Según cifras del Informe Epidemiológico Minsal que describe el impacto de niños, niñas y jóvenes menores entre cero y menores de 19 años en la pandemia, en estos casi 12 meses y hasta el 3 de enero, el número de contagios de Covid-19 en este grupo etario es de 2.385, de los cuales 1.519 son de la comuna de Antofagasta.

Es decir, del total de la pandemia en la región, se estima que el 6% de las personas que han contraído el coronavirus son menores de 19 años. Además, se ha observado que el riesgo de agravamiento es bajo: hasta el martes, en estos poco más de 11 meses, 27 niños y niñas fueron internados en el Hospital Regional a causa del coronavirus.

Para la presidenta del Colegio Médico de Antofagasta (Colmed), Pamela Schellman, el regreso a clases presenciales es algo necesario, pero debe efectuarse siempre y cuando se cumplan todos los protocolos sanitarios, para así prevenir propagar el virus, especialmente, a los adultos.

"El retorno a las escuelas es razonable que sea gradual, voluntario tal como se ha planteado, y en el fondo semipresencial, entendiendo que la presencialidad requiere ciertas condiciones y esas son variables en cada establecimiento", señala la presidenta del Colmed y también pediatra.

La especialista añade que "las escuelas y colegios tienen que contar con los elementos necesarios de seguridad como insumos. Es decir, tiene que haber mascarillas para todos, alcohol gel, y entendemos que en las escuelas más vulnerables son los sostenedores los que tienen que asegurar que esas condiciones estén y eso implica que tengan recursos económicos para poder contar con lo necesario".

"También es necesario que los adultos, los profesores, auxiliares, el personal del colegio, en ellos pueda existir un manejo priorizado de los riesgos de salud que tengan, que se puedan organizar, en el sentido que aquellos que son adultos mayores o que tengan enfermedades crónicas, aunque sean menores, tengan más bien un trabajo no presencial por vía virtual y a lo mejor los otros adultos, que no son los mayores de 60 años y sin comorbilidades o menos riesgo, puedan hacer la presencialidad inicialmente hasta que todos estén vacunados, como lo han planteado los profesores".

Otro de los puntos importantes a tener en cuenta, dice Schellman, es el trayecto al recinto educativo, que es donde también se podrían generar contagios, especialmente en el transporte público.

"Los medios de transporte también hay que vigilarlos como lugares de contagio y tomar las medidas de precaución, que tienen que ver fundamentalmente con el aforo. En otros lugares se ha estimulado el uso de las bicicletas", afirma.

La doctora agrega que a nivel nacional e internacional, el confinamiento prologando ha traído consigo efectos negativos en "el desarrollo general de los niños, no sólo en el área del aprendizaje, sino que también sobre todo, en lo que más nos importa como pediatras que es el aspecto afectivo y social".

En ese último punto, enfatiza que "lo que se ha visto es que lamentablemente en el contexto pandémico, la brecha educacional entre los niños de sectores con más recursos versus los más vulnerables, se ha ido intensificando. Y eso es un tema que a nosotros obviamente nos preocupa".

Respecto a ello, el jefe del Servicio de Pediatría del HRA, doctor Antonio Cárdenas coincide: "El tema es complejo. La gente que tiene recursos va a hacer su vida escolar relativamente normal, o sea, una mezcla entre presencial y online. Si fuera online, la gente tiene esos recursos para que no les afecte el rendimiento. Pero, en los de escasos recursos me imagino que hay muchísima gente que no tiene acceso al estudio vía internet".

El pediatra también agrega que "para estudiar por internet usted tiene que tener un ambiente tranquilo y las casas de acá son de 50 o 60 metros cuadrados. Viven cuatro, cinco o seis personas. Desde el punto de vista práctico ese niño no está en un ambiente tranquilo de estudio. Por lo tanto, se amplía la brecha educacional y eso es grave".

"Lo presencial es fundamental para el desarrollo emocional y moral del niño, porque está hecho para compartir, para jugar", dice Cárdenas y además añade que otro de los problemas ocasionados por el encierro es la obesidad infantil:

"El 80% de los niños que yo estoy viendo en mi consulta privada están con sobrepeso y un 70% francamente obesos, con síndrome metabólico. Estamos hablando de niños de ocho a 10 años, porque están todo el día acostados, viendo tele y comiendo. Ya por lo menos (en clases presenciales) tiene que salir, caminar, subirse al auto o micro, con recreos y se olvida de la comida".

Cárdenas concuerda en que lo importante es que se tienen que cumplir todos los protocolos sanitarios en los establecimientos, a los que se podrían agregar tomas constante de PCR para el personal de las escuelas y colegios, optar por horarios de clases diferenciados y acordados junto a los docentes para reducir los riesgos.

"En el contexto pandémico, la brecha educacional lamentablemente se ha ido intensificando".

Pamela Schellman, presidenta del Colmed Antofagasta