Tocopillanos devuelven la gloria al "Cerro La Cruz"
Símbolo de la ciudad fue destruido el 1 de enero de 2020 por desconocidos.
Una titánica, pero noble tarea desempeñó un grupo de tocopillanos amantes de su Puerto Salitrero, quienes con recursos propios y algunas colaboraciones reconstruyeron la tradicional cruz del denominado "Cerro la Cruz", símbolo de la ciudad que fue destruido por desconocidos en el año nuevo de 2020.
Se trata de Ramón Avendaño, Giovanni Aste, Miguel Acuña y Marlio Huerta, quienes se inspiraron en el emotivo relato que hizo al historiador Damir Galaz-Mandakovic el vecino Alonso Segovia Rojas, uno de los impulsores de esta iniciativa que se concretó en 1985 cuando la cruz llegó al cerro, que -hasta la actualidad- tiene este nombre.
Historia
Fue en 1985 que esta cruz llegó al cerro, ubicado al norte de Tocopilla, lugar de donde se puede contemplar una fenomenal panorámica de la ciudad, también denominada popularmente como "Rincón del Diablo", la "Madre del Viento" o el "Puerto Salitrero".
Una religiosa en ese tiempo, la madre Teresa, tuvo el anhelo de dejar una cruz en los cerros de la ciudad. Idea que fue apoyada por Segovia y otros tocopillanos, quienes con mucho entusiasmo instalaron este símbolo religioso, que por 30 años protegió a la comunidad más creyente y que era un destino seguro de excursionistas y hasta del patrimonio tangible de la ciudad.
Pero en el año nuevo del 2020, luces se vieron en el lugar, que terminó siendo un incendio. Alonso Segovia expresó su tristeza en un video acerca de esta cruel acción sin sentido.
Este relato bastó para que Ramón Avendaño, Giovanni Aste, Miguel Acuña y Marlio Huerta organizaran una cruzada para recuperar este símbolo tocopillano en el Cerro La Cruz, no solamente por una visión religiosa, sino que patrimonial, debido a que esta cruz genera identidad en la comunidad.
Así formaron un equipo bastante sólido, recordó Aste, quien señaló "la gente tiene un sentido de pertenencia con esta cruz, es parte de nuestro patrimonio".
Desde ahí comenzaron a surgir ideas de cómo reemplazar esta cruz, que originalmente era de madera. Por ahí que, con recursos propios y algunas colaboraciones, se pusieron manos a la obra.
Uno de los primeros hitos de esta cruzada fue la gran ayuda del conocido productor minero, Manuel Peña, quien de forma voluntaria con su minicargador formó un camino para generar mayor facilidad de movilización de vehículos hasta la punta del cerro. Este recorrido fue bautizado cariñosamente como "El Peñita". Después realizaron algunos trabajos, hasta que llegó la pandemia.
"Fue un proceso lento, primero la pandemia, faltaban materiales. Pero mucha gente nos ayudó", manifestó Giovanni Aste, mientras que Miguel Acuña afirmó: "Fue un grupo muy hermoso de personas, muy unido. Todos trabajaron como equipo".
Un anhelo concretado
La pandemia no aflojó las ganas de dejar este símbolo nuevamente en su lugar. Así fue como este grupo de tocopillanos, bajo el fuerte sol, el frío de la noche y otras inclemencias del tiempo, pudieron terminar de instalar la cruz.
Esta estructura se realizó en fierro y mide casi nueve metros de altura, la cual terminó de instalarse el 14 de febrero pasado, con la colocación de una gran bandera chilena en su punta, dando una señal que el trabajo finalizó con satisfacción y devolviendo un orgullo a la comunidad tocopillana, que quedó bastante triste con el acto de vandalismo de la cruz original.
Ramón Avendaño, Giovanni Aste, Miguel Acuña y Marlio Huerta demostraron que con pocos recursos, pero solamente con las ganas de hacer algo lindo por su ciudad, se pudo concretar este anhelo de muchos vecinos para el llamado Cerro La Cruz.