Cartas
Mujeres del 14 de febrero
Señor director:
Cada 14 de febrero la comunidad antofagastina se ve envuelta en una mezcla de festejos que confunden los reales orígenes de la celebración de esta fecha. En primera instancia tenemos la conmemoración del desembarco de las tropas chilenas y reivindicación de la ciudad a territorio chileno, movimiento militar que marcó el inicio de la Guerra del Pacífico.
La segunda festividad es la celebración municipal del "Día de Antofagasta" instaurado por el alcalde Juan de Dios Carmona en 1948 para resaltar "una limpia exaltación patriótica, de fuerza creadora y de alegría".
Y, finalmente, la tercera celebración responde a un día comercial, el famoso Día del Amor.
Volviendo a la fecha original, los actos conmemorativos se dirigen a los oficiales varones que, sin duda, cumplieron lo mandatado. Sin embargo, aquel viernes 14 de febrero de 1879 hubo 2 hechos que son pocos conocidos y que fueron protagonizados por mujeres.
La primera, Genoveva Ríos, joven boliviana de 14 años, hija del intendente de la ciudad, quien aprovecha la agitación de la población chilena y, con gran agilidad, rescata la bandera boliviana que aún permanecía izada en la intendencia; la esconde entre sus ropas y se dirige al consulado peruano donde se resguardaron las autoridades bolivianas ese día. Hoy, el emblema patrio se encuentra en el Museo de la Sociedad Geográfica y de Historia de la ciudad de Sucre, Bolivia, y Genoveva tiene su monumento en la Plaza de los Niños Héroes Bolivianos.
Por otro lado, Irene Morales Galaz, se une a los festejos de la población chilena y ellos mismos la alzan para sacar el escudo boliviano desde la prefectura y lo arroja al suelo para romperlo a patadas. ¿Su motivación? la rabia y venganza, ya que 5 meses antes, la policía boliviana fusiló a quien fuera su pareja, Santiago Pizarro, luego que este le diera muerte a un colega músico de la banda boliviana. Si bien el fusilamiento era lo establecido por la ley, luego se conoció que Pizarro había sido indultado por el presidente boliviano. Ese 14 de febrero, Irene ve la oportunidad de vengar a su amado. Se enlista como soldado varón destacando por su valentía y arrojo, siendo reconocida luego como cantinera del ejército chileno. Aún no se erige su monumento.
Ana Olivares Cepeda
guía de turismo patrimonial