Lecciones del deporte

Señor director:

En relación al triste desenlace ocurrido esta semana con la vida de Diego Maradona, quiero reflexionar sobre una situación muy particular.

El astro argentino fue un deportista durante toda su vida y hasta el retiro. Fue una persona que a todas luces mostraba una condición física envidiable, donde podía correr con el balón a una gran velocidad por toda la cancha. Era un deportista fuerte que a pesar de su estatura podía saltar y luchar por un balón con jugadores más altos.

Pero créame, todo lo que logró esta estrella del fútbol mundial en la primera parte de su carrera, no es algo que se mantiene guardado en una cuenta de ahorros, donde estará dando intereses toda la vida.

Una persona, puede haber realizado mucha actividad física, pero si deja de realizarla pierde todo lo que logró a una velocidad que triplica el tiempo invertido en obtenerla.

Si bien, lamento muchísimo lo sucedido al fútbol por la pérdida de un ídolo, también entiendo que una vida de excesos, sedentaria y sin hábitos de vida activa se apaga tempranamente.

Que esto nos sirva de ejemplo, porque para prolongar la vida de una persona debemos promover estilos de vida promotores de salud, donde el ejercicio y la actividad física ocupen un lugar preponderante e irremplazable.

Hablemos a nuestros hijos de lo grandioso que fue Maradona en el deporte, pero también que nos sirva de ejemplo para promover en ellos esta semilla de vida activa que tanto necesitan.

Patricio Arroyo Jofre

director de Escuela de Pedagogía en Educación Física

Universidad San Sebastian

Maradona

Estimado director:

Mientras en un canal de TV hacían un detallado resumen de los excesos en la vida de Maradona, en otro, mostraban las jugadas y goles del "10", como ese gol imposible que le hace a Juventus en un tiro libre dentro del área y con una cerrada barrera, jugando por el Napoli en la temporada del 1985-86. Y ni hablar del gol en el mundial del '86, no el de la "mano de Dios", el que se gambeteó a medio equipo inglés y así podríamos seguir.

Claramente existieron dos Maradonas, uno el de los excesos y el otro, el de las jugadas de otro planeta. La gran diferencia entre ambos es que el primero, un día 25 de noviembre del 2020 dejó de respirar y el segundo, se hizo eterno.

Luis Enrique Soler Milla