Las cosas como son
Señor director:
Acuerdos más, acuerdos menos, cuotas de más, cuotas de menos, y así se podría seguir, pero la pregunta de los 14,7 millones de chilenas y chilenos que podían votar en el plebiscito y de los cuales votaron un poco más de 7 millones es: ¿Quiénes serán los que definitivamente terminarán redactando la nueva Constitución? ¿Los que participarán por cuotas, por escaños reservados, etcétera o sus respectivos y muy necesarios asesores, abogados constitucionalistas, que demostradamente sí tienen todos los dedos para tocar el piano constitucional?
En ese caso, no debería entonces el importante grupo de constituyentes estar compuesto por connotados constitucionalistas, de todas las tendencias posibles, elegidos por los electores para que todos estén representados, porque todo indicaría que muchos de los que participarán entre los constituyentes, según las reglas de hoy vigentes, y en especial por los requisitos tan básicos que se les exigen para ser elegidos serán meros observadores de grandes alegatos entre sus propios asesores, porque digamos las cosas como son, la gracia es que nuestros representantes no solo participen con su presencia, sino que sean fundamentales en la hora de intervenir y de tomar decisiones, en la forma y en el fondo.
Luis Enrique Soler Milla