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Estimado director:

En la actualidad son muchos los que manifiestan preocupación por el número de personas que votarán, si los hechos de violencia cambiarán la opción del voto, que no se vayan a olvidar de llevar el lápiz azul para votar, que esto, que lo otro, pero nadie, absolutamente nadie manifiesta alguna preocupación, ni de los de aquí,ni de los de allá, de que las chilenas y los chilenos lean, lean y re lean la Constitución actual que está vigente, que resuelvan sus dudas, que entiendan los verdaderos alcances de ella, que la contrasten, nada, absolutamente nada, que les permita a las chilenas y a los chilenos votar muy bien informados y no solo por lo que escuchan, creen o les tinca.

Tal vez la frase de un participante a los cabildos en el comienzo del proceso constitucional lo resume todo y muy bien: "Los organizadores llegaron hablando de la Constitución, unos de que se debe cambiar, otros que se debe mantener, pero hasta el día de hoy, aún no he visto una Constitución, para saber de qué se trata".

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Luis Enrique Soler Milla

¿Por qué fallan las encuestas?

Las elecciones, incluyendo los plebiscitos, se ganan o pierden el día en que se realizan. En los últimos años, diversos eventos han mostrado que las encuestas han perdido confiabilidad. En 2016 fue demostrativo: contra todo pronóstico, Trump ganó la elección presidencial en EE.UU, en el Reino Unido se impuso el Brexit y en Colombia ganó el No en el referéndum sobre el Acuerdo de Paz, siendo que en este caso las encuestas marcaban hasta un 66% a favor de la aprobación.

¿Qué explica este fenómeno? Desde el punto de vista de la comunicación política, las redes sociales y su utilización por parte de las empresas encuestadoras parecen no ayudar en la obtención de datos más seguros. Una preferencia expresada a través de la red no garantiza que dicho elector irá a sufragar. La misma red conforma un mundo virtual paralelo, donde se expresan posiciones mucho más categóricas y virulentas que las que se encuentran en la vida real. Por otra parte, las formas de comunicación política han cambiado, predominando factores emocionales que pueden llevar a cambios repentinos en la opción de los votantes, siendo la incógnita más importante la decisión de concurrir a votar, sobre todo donde rige el sufragio voluntario.