Estudio permitirá conservar la flora costera de Tocopilla
Profesionales diagnosticarán el estado de las flores y plantas y resguardarán sus semillas, ya que son únicas.
Las quebradas de Tocopilla, sobre todo las de más difícil acceso, son el hogar de una flor única en el mundo y que además tiene un nombre difícil de pronunciar: Malesherbia Tocopillana. También conocida como "farolito" y cuyo hallazgo data de principios de los años '30.
Como el caso de la flor "farolito", en el resto de la región también hay una serie de flora costera única e irreproducible en otros ambientes. Por tal motivo, el estudio "Diagnóstico y conservación de la flora costera de la Región de Antofagasta" se encuentra en pleno desarrollo.
En qué consistirá
Desde la Seremi de Medio Ambiente explicaron que esta investigación es para diagnosticar el estado de conservación de las especies de flora presente en toda la costa, desde Tocopilla hasta el desierto costero de Taltal. Además, se aplicarán medidas piloto de conservación ex-situ para lograr su propagación y posterior reintroducción en su hábitat natural, ya que muchas de estas especies están en peligro de desaparecer.
En esta línea, Rafael Castro, seremi de Medio Ambiente, señaló que la iniciativa -de casi 400 millones de pesos del FNDR- es ejecutada por el Banco Base de Semillas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INA) con gran experiencia en estos trabajos.
Castro explicó que actualmente existen una serie de amenazas a la flora costera de la región, provenientes de distintas fuentes, que contribuyen con la pérdida de biodiversidad y el deterioro de los ecosistemas, y ponen en riesgo los servicios ecosistémicos que proporcionan bienestar al ser humano. "Entre los efectos podemos mencionar los de fuentes antrópicas tales como la presencia de ganado doméstico, el desarrollo de actividades industriales, energéticas y viales, la colecta de ejemplares por parte de especialistas, así como los efectos negativos de factores naturales, tales como la disminución en las precipitaciones y la ocurrencia de riesgos naturales (aluviones y derrumbes)".
En ese contexto, manifestó que a través de la conservación de germoplasma, es decir, semillas, de al menos 100 especies de plantas amenazadas (conservación ex situ), el proyecto busca la propagación de 40 de estas especies, con la obtención de nuevas plantas y la reintroducción de 10 especies, con lo que se busca contribuir a la preservación del valioso patrimonio florístico de la región, reconocido incluso a nivel internacional.
Ojo, que todo el material genético de la flora costera amenazada será almacenado en el Banco Base de Semillas del INA, ubicado en Vicuña, en la región de Coquimbo, y en funcionamiento desde 1990.
Estas acciones serán difundidas a través de la generación de material didáctico, charlas, talleres, entre otros, que permitan poner en valor la biodiversidad de la Región de Antofagasta y en especial su flora costera.