Cartas
Dedicado a Ámbar
Hoy he contemplado las estrellas y ellas, con su brillo me hablan de ti.
Me cuesta tanto creer que ya no estés aquí.
Te marchaste así tan repentinamente en el esplendor de tu vida, por alguien que ni siquiera te merecía ni mucho menos que estuviera junto a ti.
Me duele el alma y el corazón, como puede haber gente con tanta maldad sobre una pequeña como tú.
Todos tus sueños de niña truncados, tus anhelos, lo que querías ser, por tanto desprecio y maldad.
Cortaron tus alas, ya no podrás volar, pero tu alma aquí seguirá. Serás como el viento, nunca te marcharás, eterna serás en nuestros corazones y en nuestras vidas.
Hoy estoy contemplando las estrellas y aquel brillo llega hasta mí, debe de ser el brillo de tu sonrisa que traspasa a mi ser, porque donde quiera que estés, tú aún sigues aquí.
Aunque tú no lo sepas, te recordaremos siempre, tu sacrificio en vano no será porque todo esto duele de verdad.
Querida Ámbar descansa, ya no hay maldad, tu alma por fin está en paz.
David Aguirre Yao