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La historia de Don Eleacín: estuvo conectado a un ventilador, fue trasladado a Arica y hoy se recupera

Se mantuvo crítico, pero sus ganas de vivir fueron más fuertes. Ahora continúa su recuperación en el Hospital Carlos Cisternas de Calama.
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Ricardo Muñoz E/Redacción

Con -hasta la fecha- 179 personas fallecidas informadas por el Gobierno, Calama es la comuna de la región que más decesos acumula, la mayoría ocurridos en el pasado junio, el periodo más crítico de esta pandemia por el virus SARS-CoV-2.

Pero en medio de ese escenario crítico, entre este alto número de muertes por el coronovirus, también es posible encontrarse con los milagros y el regreso a vivir de aquellos que sortearon una durísima batalla contra esta inclemente enfermedad.

Es el caso de Eleacín Alegría, un vecino de 58 años de Calama, quien estuvo varias semanas aferrándose a la vida, incluso trasladado a otra región para continuar con la lucha. Pero hoy puede decir que sus ganas de vivir tuvieron más fuerza que el Covid-19.

Todo comenzó el pasado 15 de junio cuando ingresó al Hospital Carlos Cisternas por una neumonía. Lamentablemente pronto se confirmaría que Eleacín tenía Covid-19 y peor aún: su condición se volviendo cada vez más compleja, por lo que apenas cuatro días después de su internación en el recinto médico, fue conectado a ventilación mecánica.

Dada la situación que se vivía en aquel mes con una alta ocupación de camas críticas por una alta demanda de pacientes, comenzaron los traslados de pacientes a otras regiones.

Eleacín fue uno de ellos y el 24 del mismo mes debió ser derivado hasta el Hospital de Arica para continuar con su batalla personal, una de vida o muerte.

Gracias a todo el esfuerzo del equipo médico, tanto del recinto ariqueño como de los profesionales del Hospital Carlos Cisternas, el loíno se sobrepuso a esta situación y hace algunos días pudo regresar a Calama, para continuar con su proceso de recuperación.

"Yo entré al hospital por una neumonía; ¿Cómo me enfermé de Covid? No lo sé, pero el compañero que viajó conmigo no volvió. Los doctores se la jugaron por mí, qué no hicieron para salvarme, para no morirme, porque iba derechito para allá", dice Eleacín.

Y tras haber pasado por esta experiencia, envía un mensaje para todos, para que tomen los resguardos correspondientes y así prevenir el contagio:

"Yo le digo a la gente que se cuide, que se cuide. Vengo de Arica, donde el fin de semana las playas (estaban) llenas. Esto es como jugar a una ruleta rusa. No lo hagan,. puede que se enfermen o puede que no".

Fueron varias semanas en las que no pudo hablar con sus familiares, los que vivieron días de angustia con la fe en una eventual mejoría, aunque diariamente recibían información sobre su estado. Todas las oraciones estaban puestas en él.

Así lo comenta su esposa Rosa Ardiles: "vivimos momentos muy críticos al enterarnos que a él lo internaron por neumonía, y a los días nos dijeron que era positivo. La verdad es que se nos vino el mundo encima, pero gracias a Dios poco a poco se fue recuperando, gracias a la familia que rezó mucho por él, de distintas partes y en estos momentos estamos muy felices de que él este devuelta y de cada persona que lo atendió en Arica, por todas las informaciones que nos iban dando día a día".

Ella también lanza el mensaje de que para no ser parte de esta experiencia, lo mejor es el autocuidado:

"Ruego a Dios que todas las personas se cuiden. Sé que no tomamos conciencia en este tema. Seguimos saliendo, andamos como si nada, no nos cuidamos. Pero vivir el momento que yo viví con mis hijos, con toda mi familia es doloroso, muy doloroso.."

"Lo más lindo fue cuando la doctora me estaba quitando las mangueras y desconectando de las máquinas, momento en el que me dice 'ya don Eleacín, ya le ganamos al coronavirus'. Yo le pregunto '¿ya no me morí?' y me responde 'no, usted ya no se muere por el coronavirus, usted ya está bien'", reflexiona el vecino loíno.

Una historia que comenzó con angustia e incertidumbre y que terminó tal cual dice el apellido de Eleacín, con alegría.

"Esto es como jugar una ruleta rusa. No lo hagan... puede que se enfermen o puede que no"

Eleacín Alegría, vecino que le ganó al coronavirus, tras ser trasladado.