Leche vs. bebidas de origen vegetal

Múltiples son los beneficios de la leche. Sin embargo, en los últimos años su consumo ha bajado, según la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (2014), donde el promedio de consumo de lácteos es 330 ml diarios, siendo lo recomendado según las Guías Alimentarias para la población chilena, 3 vasos de 200 ml diarios. Este valor es aún más bajo en la población sobre 30 años. Hay escepticismo acerca de los beneficios de los productos lácteos, el que se refleja en una ingesta creciente de bebidas de origen vegetal (soja, arroz, almendra o avena). En relación al aporte nutricional, si comparamos estos productos con la leche de vaca, veríamos que las concentraciones de macronutrientes de algunas bebidas vegetales (soya) pueden aproximarse a la leche de vaca, pero el valor biológico de las proteínas es distinto y la cantidad de vitaminas y minerales son menos biodisponibles, lo que disminuye su calidad nutricional, lo que impactaría sobre en la población infantil. Las bebidas vegetales, nutricionalmente no se comparan a la leche de vaca, por lo que debemos educar a la población para que aumente el consumo diario al recomendado de leche de vaca y/o derivados, para prevenir deficiencias, especialmente de Calcio.

Violencia

Señor director:

La violencia, al parecer, llegó para quedarse. Posterior al 18 de octubre, la violencia comenzó a ser vista como un método de acción política válido y al cual recurrir en caso de querer marcar un punto o una agenda.

Peor es el panorama con los resultados de la última encuesta Cadem. Según esta última, un 35% está de acuerdo con el sabotaje a la PSU recién pasada. Más de un tercio aprueba el hecho de que unos pocos se consideren los dueños de la verdad revelada y luego irroguen un daño a terceros para "hacer un bien mayor".

No podemos seguir validando como sociedad a quienes se saltaron la institucionalidad y las leyes.

Es tiempo de visibilizar lo grave que supone no rechazar abiertamente estas conductas. De lo contrario, nos sumergiremos en el síndrome de Estocolmo. La violencia seguirá avanzando por contar con el apoyo de quienes, incluso, también la sufren.

José Luis Trevia