Cartas
Abuso de antialérgicos
Desde septiembre, muchos están sufriendo con los efectos que tiene la primavera sobre nuestro sistema respiratorio. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa las alergias como la cuarta enfermedad más importante en el mundo.
Y para este grupo, los antihistamínicos pasan a ser los mejores aliados para combatir los molestos síntomas. No obstante, hay que tener especial cuidado con la automedicación de este tipo de fármacos, su abuso podría provocar importantes riesgos asociados a su empleo, más cuando se trata de personas que sufren enfermedades basales y consumen medicamentos de forma permanente. Los antihistamínicos de primera generación, entre los que se cuenta la clorfenamina y la difenhidramina, poseen efectos sedantes ya que inhiben o bloquean la histamina, el neurotransmisor responsable de los síntomas alérgicos cuando hay un exceso en el sistema, por lo que afectan directamente los estados de sueño y vigilia.
En este sentido, y en dosis prescritas, estos fármacos provocan somnolencia y disminución de la concentración, estados que ya son peligrosos a la hora de conducir o realizar labores que requieren una alta concentración.