Redacción - La Estrella
Las artes marciales no solamente son una alternativa de defensa personal, sino también un estilo de vida, donde además de la fuerza se trabaja mucho la parte psicológica y la estimulación. En Antofagasta existen varias escuelas, pero hay una especial que trabaja mucho el tema interno. Nos referimos a "Kintaro Dojo", que alberga más de 130 alumnos que acuden tres veces por semana para desarrollar los valores marciales de los ninjas y samuráis, practicando el arte japonés denominado Budo.
Éste, según comentó el bujinkan shihan Jorge Frías, busca ahondar el desarrollo del Shin Gi Tai, un equilibrio del cuerpo la mente y el espíritu. "Si bien la necesidad primaria es la búsqueda de la defensa personal, una vez ingresados a la escuela los alumnos comprenden que el Budo posee características únicas, que encumbran al estudiante a desarrollarse en diferentes planos, más allá del físico, impactando directamente diversas áreas de su vida", señaló.
Valores
Si de valores formativos hablamos, el respeto y confianza son pilares fundamentales en el Budo, Frías asegura que gracias a ellos y a la disciplina se logran resultados extraordinarios. "Las habilidades físicas que el practicante adquiere son una muestra exterior de lo que también se debería haber creado en el interior... El alumno necesita aprender el significado del respeto y la confianza, primero hacia uno mismo y luego a su prójimo".
Dado que la defensa personal aprendida con las artes marciales puede lastimar, herir o causar un daño mayor, el respeto y la confianza son primordiales en esta práctica.
Porque además, estos valores constituyen pilares fundamentales no solo en el Budo, sino que también en cualquier otro aspecto de la vida diaria. "Gracias a que una persona se respeta y tiene confianza en sí misma, es que puede resolver de la mejor forma múltiples situaciones complicadas que se le presentan", agregó el sensei.
Respeto
Las primeras muestras de respeto, cuenta Frías, son para el maestro, y no por el título, sino por la experiencia que tiene y los conocimientos que comparte con sus alumnos. "Es una regla no escrita que el alumno demuestre respeto y confianza a su maestro, quien lo entrenará y lo hará mejorar".
También los estudiantes deben mostrar respeto con sus compañeros. "Es vital para una convivencia armónica, que confíen en sus pares para evitar accidentes".
Otro tema clave es la auto confianza, ser capaz de realizar cosas nuevas, tomar riesgos y estar dispuestos a admitir los resultados sin importar cuáles sean. "Saber quién eres y qué sabes, pero también quién no eres y qué cosas no conoces. Así nadie podrá hacerte dudar de ti mismo, incluso de tus flaquezas", finalizó.