13 de abril: día internacional del beso

Esta fecha conmemora el beso más largo de la historia, un acontecimiento que tuvo lugar en Tailandia el año 2012. Una pareja tailandesa se besó por más de 46 horas consecutivas, y al año siguiente rompieron su propio récord con un total de 58 horas 35 minutos y 58 segundos de duración, logrando entrar en la lista de récords Guinness. Actualmente, es un día enfocado en recordar a las personas el placer y el bienestar que generan los besos. El beso romántico existe en el 90% de las culturas del mundo y no es solo la expresión de cariño o amor entre dos personas, también tiene muchos beneficios para la salud. Un beso puede ser 10 veces más efectivo que la morfina para reducir el dolor. Un beso libera varios neurotransmisores, unos que generan sensación de bienestar (endorfinas) y otros que disminuyen sustancias asociados al estrés (cortisol). También aportan a que el corazón sea más fuerte, ya que un beso acelera las pulsaciones de forma saludable y disminuye la presión arterial. Si puedes y quieres, besa y besa mucho, prolongas tu vida y la de alguien más. ¡Aprovecha estos beneficios!

Cambios en el consumo eléctrico

Señor director:

Cuando en los años 90 en la telefonía apareció el denominado "Multicarrier", los hogares y oficinas chilenas vivieron una verdadera revolución en cuanto al acceso a llamadas internacionales, con mayor libertad para escoger el servicio más conveniente a sus necesidades, y por ende, acceder a precios mucho más competitivos.

El consumo de electricidad podría estar muy cerca de vivir un fenómeno similar, si se realizaran algunos ajustes a la Ley General de Servicios Eléctricos. Entre estos por ejemplo, la posibilidad de destrabar los contratos obtenidos con una sola compañía distribuidora, además de establecer tarifas diferenciadas por horario de consumo y fomentar el uso de paneles solares domiciliarios, como una fuente alternativa a la red habitual.

El aporte que las energías renovables pueden entregar a esta nueva forma de consumir electricidad no tiene precedentes en la historia. Las distribuidoras competirían entre sí por ser la que ofrece energía más limpia, mientras que los usuarios podrían establecer horarios de consumo a tarifas más convenientes, y tal vez en el futuro, incluso tener su red doméstica simplemente como backup, y utilizar únicamente energía generada por ellos mismos de manera autónoma.

Jorge Leal