La brujería y mitología chilota que hechiza a miles de turistas
Miles de visitantes se han maravillado y pasado más de un susto en las rutas del Trauco y la Cueva de Quicaví, mítico territorio de La Recta Provincia.
Eduardo Burgos S. - La Estrella de Chiloé
Más de 5 mil personas visitaron este verano las recientes iniciativas de "Turismo mitológico" en Chiloé, específicamente en las comunas de Ancud y Quemchi, donde emprendedores locales están realizando las rutas del Trauco y a la cueva de Quicaví, en un proceso de recuperación cultural que encanta y además ha causado más de algún susto a los visitantes, atraídos por lo desconocido.
Es que las historias de seres mitológicos y la asociación de brujos que gobernó Chiloé hace más de un siglo, llamada La Recta Provincia, fascina a los visitantes, que no dudan en recorrer senderos siniestros donde hay representaciones de estos nigromantes y seres deformes, que a ratos juran les han jugado más de una mala pasada y los han dejado transpirando frío del miedo.
La primera de estas iniciativas está a 14 kilómetros al sur de Ancud, a un costado de la Ruta 5 Sur, en el sector de Lajas Blancas, denominada "La Ruta del Trauco", nacida hace ya cinco años en un emprendimiento familiar de Maribel Gallardo y Patricio Vieille.
"Consiste en un recorrido por un bosque nativo de una hora 20 o una hora y media, más o menos, con figuras mitológicas y hartas estaciones, donde en cada una hay una historia. Hay un lugar donde se reúnen las personas dentro de una ruca y otro donde se pasa a oscuras", explica Maribel Gallardo.
En ese lugar tenebroso de ulmos gigantes y milenarios, hay un artista disfrazado de trauco, que se encarga de asustar a los visitantes. Pero lejos de esta representación, no sólo en este sitio se han llevado sorpresas los turistas.
"Hay un lugar donde no tenemos ningún personaje y tampoco hay algo premeditado. Sin embargo, varios de los visitantes han contado que han sentido cosas, que les tocan la espalda, que les agarran las piernas y han sentido mucho miedo", advierte la emprendedora.
El ambiente también hace lo suyo, ya que el recorrido se realiza durante la noche, como parte de la atracción, que en un inicio contabilizó escasas 50 personas el primer verano, pero la segunda temporada superó las mil visitas y estas vacaciones debiera encumbrarse por sobre los 4 mil viajeros ávidos de sensaciones paranormales.
Rescate
No todo es truculencia, ni mitología, sino que también hay rescate cultural , entre otros atractivos. La misma ruta incluye los restos de un cementerio indígena hallado en la misma parcela, donde los guías enseñan sobre la cultura de los pueblos originarios chilotes.
Una de esas turistas, Julia Salas, periodista santiaguina (la mayoría de los visitantes son de la capital), confiesa: "Visitar la Ruta del Trauco fue una experiencia increíble. Poder recorrer un bosque milenario en plena oscuridad, me recordó a muchas películas de terror".
La profesional además agregó que "el relato del guía contándote las historias de los seres mitológicos de Chiloé me puso los pelos de punta. Debo confesar que se sentían muchas cosas extrañas durante el recorrido, no sé si por mi imaginación o de verdad hay seres que viven en ese bosque".
La Cueva de Quicaví, es sin duda una de las historias más conocidas de Chiloé a nivel nacional e, incluso, en otros países, ya que se dice que era la "Casa Mayor", donde los brujos de la cofradía La Recta Provincia, dirigía desde las tinieblas los destinos del archipiélago chilote en los siglos pasados y, obviamente, también tiene su recorrido para turistas, curiosos y estudiosos del tema.
Historia
"Ruta cueva de Quicaví" se llama la iniciativa, ideada por Jorge Nancuante, lugareño del sector con estudios en turismo, que reconoce se aburrió de trabajar en oficinas y su pasión por la historia lo llevó a crear este emprendimiento hace cuatro años.
"Había cierto respeto a este tema, sobre todo de contar historias que no eran muy agradables de escuchar y el sitio que yo recorro fue ocupado a principios del 1.900 por la agrupación de brujos, por la Mayoría, pero el sector donde estaría la Casa Mayor, donde se organizaron, estaría en Los Molinos, en Quicaví, pero no encontré nada ahí", relata Nancuante.
Advierte el lugareño que, "yo no ando en la noche desafiando en la ruta, sino que lo abordo con mucho respeto y no meto miedo a la gente, pero ante cualquier situación extraña, les pido que me lo digan, porque igual me ha tocado suspender esto, porque hay personas que han sentido el aire más pesado u opresiones en el pecho y he suspendido porque no me da garantías de seguir".
Sobre los visitantes, el isleño reconoce que los que llegan a la ruta nocturna, definitivamente andan buscando nuevas sensaciones y varios de ellos las han tenido. "Yo explico de dónde nace la brujería en Chiloé", recalca, a la vez de señalar que no pidió permiso a la "Organización", refiriéndose a La Recta Provincia, que se dice todavía existiría en el sur de Chile.
De todas formas, reconoce Nancuante que sí ha recibido visitas de algunos caciques isleños, sugiriéndole que tiene que solicitar permiso para trabajar este tema.
"Uno recordó que una vez a un cineasta que estaba en un proyecto sobre La Recta Provincia se le advirtió y se le puso como ejemplo a una forestal que quiso talar un bosque nativo sin permiso de la Mayoría y ésta se habría pronunciado, produciéndose un hecho fatal en una de las faenas", comenta.
"Hay gente que se ha 'enlesado' y ha andado horas y horas caminando, porque los brujos saben manejar la mente de los débiles", manifiesta el operador turístico, diciendo que "en el sendero hay una representación de un perro y es porque hay gente que ha visto un animal así e, incluso, cuando vino una psíquica al sendero me dijo '¿y ese perro?' y no había ningún perro en el lugar".
El lugar tiene mística y en el recorrido, la fuente dice que hay varias cuevas y lugares que llama "portales de ingreso", de los cuales justifica corresponderían a otros sitios de poder usados por la Mayoría, que luego del juicio a los brujos realizado por la justicia en Ancud a comienzos del 1.900, debió salir de la Casa Mayor. Entonces, diversificaron los aquelarres donde se celebraban sus reuniones secretas y decidían desde administrar justicia, hasta curar enfermos y enfermar a quienes se alejaban de los lineamientos de la organización.
Entre los estudiosos del tema, Sergio Fritz Roa, autor del libro "La Recta Provincia, cofradía de brujos de Chiloé", señala que "yo tomé el tour a la cueva y es súper entretenido y da hasta susto, por las recreaciones de seres mitológicos de tamaño humano".
Sin embargo, el experto enfatiza que "igual este es un tema que hay que tratar con cuidado y con respeto", revelando que incluso él ha recibido llamados de gente que se identifica como de La Recta Provincia, luego de escribir sobre el tema.
Otro que ha escrito e, incluso, realizó un programa de televisión dedicado al tema es Jorge Baradit, creador de La Historia Secreta de Chile. "Una de las cosas importantes de recuperar el recorrido de La Recta Provincia, más allá de la leyenda popular sencilla y la superstición, es la recuperación de una forma de organización social de Chiloé, una estructura casi de Estado, con una organización comunal, regional con juicios, jueces, tribunales, comisarios", aclara.
Para el publicista, la importancia de esta recuperación cultural a través del turismo es poner en valor cómo Chiloé logró enhebrar sus creencias religiosas, indígenas, organización social comunitaria, una especie de engendro cultural que en el resto de la sociedad está separado.
"Sin duda, por encima del dato curioso y de la sorpresa de la superstición, hay que poner en valor la capacidad de la Isla de autogobernarse uniendo estos estratos culturales en un gran constructo", comenta.
La invitación siempre está abierta a visitar estos lugares cargados de misticismo, dicen los expertos y quienes han emprendido estas iniciativas, pero a la vez advierten que quienes quieran investigar y adentrarse en las tierras de brujos y leyendas lo hagan con respeto a la cultura y, por qué no, a organizaciones que dicen que todavía existen en la oscuridad del territorio chilote.