Margarita Aguilera Lyubetic - La Estrella de Antofagasta

Hace aproximadamente un año que el minino se convirtió en el regalón de la Municipalidad de Antofagasta. Fue un "gato de caleta" hasta que la alcaldesa Karen Rojo, que no pudo evitar dejarlo en la calle, se lo llevó al departamento de prensa del municipio.

Según contó uno de los principales cuidadores de Amador, Héctor Aguilar, más conocido como "Randy", al comienzo no iba a quedarse, ya que pensaron en todas las opciones para que fuera adoptado. Sin embargo a medida que pasaban los días terminaron encariñados, adoptándolo como parte del equipo para compartir su cuidado y crianza.

"Amador prácticamente ya se adueñó de la oficina en donde está el equipo de prensa de la alcaldía, donde tiene hasta su propio espacio", dice Randy.

Como todo buen felino tiene una personalidad particular. Otro de sus cuidadores, Benjamín Cruz, cuenta: "su forma de ser es demasiado notoria porque cuando no quiere cariño lo demuestra, cuando quiere amor busca. Es un gato que recibe mucho cariño no solo de los funcionarios de la municipalidad, sino también de los usuarios que mientras esperan atención se entretienen con él".

El querido peludo se pasea libremente por toda la muni, conoce y recibe en las mañanas a todas las personas que trabajan en el edificio, recorre los pasillos y es muy dócil aunque con algunos no se entrega fácilmente. Tiene bastante confianza con los guardias, quienes lo miman con caricias. "Él tiene sus horas de comida, sabe que a cierta hora tiene que ir a buscar su jamón donde Francisco, el jefe de gabinete, para luego ir a la oficina a comer", explica Randy.

"Es bien celoso, han llegado otros gatos de manera transitoria que los han traído del PET para adopción y se eriza porque sabe que este es su territorio y su hogar", agrega Benjamín.

Travesuras

Como todo gato de caleta tiene sus arranques y le sale su lado "B". Sus cuidadores aseguran que Amador es desordenado, pues ha dejado uno que otro "recuerdo" en la municipalidad. Ahí también las personas de administración del edificio han tenido que ayudar con eso, moviendo los maceteros con plantas o asegurándolos con alguna malla.

Se ha perdido dentro del mismo municipio, "una vez apareció arriba en el entretecho, lo hemos bañado y a los dos días ya está sucio", comenta Héctor. Tiene instinto cazador, no solo de ratones y baratas, sino que hasta de jotes, a quienes les hace la guerra.

"Es bastante grato trabajar con él y muy entretenido", dice Randy. Amador ayuda a reducir el estrés de la oficina. "Verlo y acariciarlo ayuda a relajar el ambiente laboral", comenta Benjamín.

También cuentan que a más de alguien no le debe gustar a Amador en los pasillos, pero aseguran que tendrán que acostumbrarse ya que Amador llegó para quedarse.

"Harto pelo nos deja, pero nos entrega cariño y alegra el día. Por eso lo queremos mucho".

Héctor Aguilar,, Departamento de Prensa, Municipalidad de Antofagasta"