Cartas
La concordia en política, un bien preciado en ocasiones
Von Clausewitz señalaba que la guerra es la continuación de la política por otros medios. ¿Podría deducirse entonces que toda política no es más que la antesala de un posible conflicto mayor? Lamentablemente si echamos un vistazo al mapa mundial es difícil refutar esa apreciación.
Una política virtuosa implica en todo caso no alejarse del consenso democrático y evitar la agudización de conflictos. Un desafío complejo, pero no imposible de abordar. En Chile se ha logrado durante los últimos 28 años.
Pero el disenso -ojalá en un marco democrático- sigue siendo la característica principal del lenguaje político. No obstante, hay ocasiones en que la concordia es un bien preciado. Las fiestas de fin de año se prestan para ello.
A nivel local, los siguientes momentos de tregua han sido celebrados por todos los sectores:
-La bienvenida al nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y el reconocimiento a sus autoridades.
-El término del conflicto portuario en Valparaíso.
-La solución, a lo menos momentánea, de la crisis en Carabineros y el nombramiento de su nuevo general director.