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Mañana es la fiesta navideña en el puerto

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Con la finalidad de poder celebrar la Navidad con mucha alegría y sorpresas, es que la Municipalidad de Tocopilla y la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) organizarán mañana la tradicional fiesta para los niños del Puerto Salitrero.

Esta actividad se desarrollará a las 15:00 horas en la Playa Artificial Covadonga, en la cual habrá música, juegos y diversión por montón.

Según indicaron desde la Casa Consistorial, a los primeros mil niños que lleguen a este evento recibirán una bolsa con golosinas de regalo.

Mientras que el sábado se viene el tradicional pasacalles navideño, que tiene como misión superar el que se realizó el año pasado, el cual tuvo un éxito rotundo en la ciudad.

La caravana de camiones con edificaciones y corpóreos de las series y películas infantiles del momento, comenzará desde el león de La Patria a las 20:00 horas, donde pasarán por la Avenida 18 de Septiembre, calle 21 de Mayo y finalizará su recorrido en la Plaza Carlos Condell, donde los niños tendrán gratas sorpresas.

Migrantes disfrutan un desayuno navideño en CPF

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La Defensoría Regional de Antofagasta y la agrupación Manto de María, en coordinación con la Unidad de Defensa de Extranjeros y Migrantes, realizaron un desayuno para 27 migrantes privadas de libertad en el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Antofagasta.

En la ocasión las internas pudieron compartir con sus compañeras en un encuentro donde también se resolvieron dudas y recibieron artículos de aseo.

Allí estuvo la defensora regional, Loreto Flores Tapia, y el seremi de Justicia, Juan Enrique Jara. "Estas iniciativas son necesarias tanto para ustedes como para nosotros, podemos compartir en un ambiente diferente. Sabemos lo difícil que es estar en otro país para estas fechas, y más aún, en este contexto. Esperamos repetir estas instancias", dijo al respecto Loreto Flores.

Las mujeres que están privadas de libertad compartieron y explicaron que estos son espacios necesarios que las ayudan a conocerse. "Para nosotras esto demuestra que no estamos en el abandono, estábamos esperando este desayuno porque nos hace sentir en familia", dijo una de las internas del CPF.

Tocopillanos cumplen 58 años de feliz matrimonio

A pesar de la adversidad, Petronila y Alejandro siguen más unidos que nunca, como un ejemplo para las nuevas generaciones.
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Pablo Mamani Prado

El amor no tiene barreras, así lo demuestran cada día los tocopillanos Alejandro Jiménez Alfaro y Petronila del Carmen Bahamondes Cepeda, quienes cumplieron 58 años de casados en una muestra de cariño, sacrificio y comprensión de parte de esta feliz pareja.

Cuando Alejandro tenía 16 años conoció a Petronila, quien tenía 13 hace, muchas décadas atrás. Fue un amor a primera vista, "de esos que solo se tienen una vez en la vida", asegura Alejandro.

Ellos vivían cerca del centro de Tocopilla y cada vez que se encontraban, Alejandro cruzaba una mirada coqueta con ella, algo bastante tierno entre adolescentes.

Pero cuando cumplió los 17 años, Alejandro literalmente "raptó" a Petronila y decidieron casarse y estar juntos para toda la vida. Ese día fue el 3 de diciembre de 1960, que les marcó la existencia significativamente.

Ambos vivieron en ese tiempo en la casa de la mamá de Alejandro, quien los apoyó desde un principio y pese a que no era la forma, igualmente las familias aceptaron este matrimonio, ya que ambos eran personas responsables y se notaba que sería un amor eterno.

Y así esta pareja tocopillana surgió en esos tiempos. Por 11 años vivieron en la casa de la mamá de Alejandro y de ahí se fueron al Pasaje Sucre. En ese tiempo ya trabajaba como estibador marítimo.

En 1970 se cumplió uno de los anhelos de su vida: la casa propia. Es un departamento en calle Freire, donde nacieron sus cuatro hijos (Mario, Patricia, Karen y María Inés).

La receta

Según comentó a La Estrella esta adorable pareja, el secreto para ser tan felices a sus 58 años de matrimonio es la comprensión y siempre estar unidos en lo bueno y lo malo, en la salud y la enfermedad.

A pesar que los años van pasando la cuenta, ellos viven tranquilos en su departamento en calle Freire, más felices que nunca, siendo un ejemplo para las futuras generaciones en que gracias al amor se puede llegar lejos en la vida.