Ha sido un año de mucha gestión, tanto en coordinación con organismos municipales y de gobierno, como también ante los diferentes acontecimientos del diario vivir en el barrio Los Pinares. La junta de vecinos comenzó a despedirse de un 2018 donde su voz se ha escuchado quizás más fuerte que nunca, y precisamente concluyendo con la tarea encomendada por el público más exigente de su población: los más pequeñitos.
Fueron unos 300 menores quienes junto a sus familias aprobaron gozando de lo lindo su fiesta de fin de año, celebración con la que más de alguno aprovechó de conocer nuevos amigos, y donde los más grandes pudieron ponerse al día en varias copuchas con los vecinos.
Fiesta
El encuentro se realizó el sábado pasado (8 de diciembre) en el parque de maquinarias que se instaló en la costanera, justo a pasos de sus casas. De esta manera, y gracias a las gestiones realizadas también con los encargados de dicho parque de entretenciones, desde las 10 de la mañana y hasta pasadas las 3 de la tarde, se reunieron para compartir comiendo algo rico y participar subiéndose a los juegos.
Ximena Tello, vecina de la población, comentó a La Estrella que "estuvo todo muy lindo. Los niños la pasaron un siete y se divirtieron...".
"La organización de las niñas (dirigentas) y todo, fue un siete... Fue una fiesta muy linda. Yo fui con mi hija y mi nieta, y además como mi marido también es socio, yo pagué un adicional y fueron los sobrinos de él... Así que todos súper contentos, jugaron y la pasaron lindo. Yo encontré que este año fue una excelente idea lo que hicieron, porque gracias al lugar donde se hizo, habían juegos para diferentes tipos de edades. Los niños contaban que hicieron amigos y que la pasaron muy bonito gracias a la buena organización", explicó.
Y una de las niñas de la organización que la señora Ximena mencionaba, Rogelia Contreras, justamente la presidenta de la Junta de Vecinos Los Pinares, tuvo palabras para describir el encuentro que calificó como exitoso.
"Yo creo que las pintacaritas (del evento) ni siquiera tuvieron la oportunidad de vestirse, porque la verdad es que los niños estaban tan contentos con los juegos, que más se dedicaron a los juegos...", indicó.
Esta actividad se realizó gracias a los recursos que entre ellos mismos pudieron reunir, ya que a pesar de contar con varias empresas en el sector, solo una de aquellas quiso decir presente.
"Lo pudimos hacer como JJ.VV., más los vecinos y los socios... Se logró que tuvieran sus bolsas de dulces, sus completos, sus helados, un parque donde los papás volvieron a ser niños por más de cinco horas... jajajaja", agrega entre risas Rogelia.
La idea de la cita era recobrar el espíritu de unión familiar, y especialmente de amistad entre niños y vecinos.