Cartas
El sol, tan bueno como peligroso
El sol, aparte de ser el centro de nuestro universo, nos entrega luz, calor y muchos beneficios. La exposición al sol favorece la producción de vitamina D, que ayuda a fortalecer los huesos, además de ser un factor protector de algunos cánceres y otras enfermedades, mejora el aspecto de la piel y combate el acné. También estimula el sistema inmune y previene resfríos, la depresión, aleja el cansancio y el estrés. Todo exceso es malo y la exposición prolongada y/o permanente al sol no es bueno, sobre todo en los horarios donde hay más exposición a rayos ultra violetas (UV). Estos rayos pueden dañar las células y producir cáncer de piel. El potencial daño que generen estos rayos depende de varios factores, estos son tiempo, horario y entorno. Las recomendaciones generales son exponerse entre 5 a 30 minutos diarios, a primera hora de la mañana o a última de la tarde, donde los rayos UV son más fuertes y tener cuidado con los días nublados en los cuales los rayos UV pueden reflejarse y aumentar su acción, al igual que pasa con el agua, el pavimento y la nieve. El protector solar es fundamental, diario y repetidamente.