Cartas
Blanco en el CDE
Estimado director:
Con toda la crítica que ha sido "blanco" el método para designar los miembros del CDE, es de esperar que los próximos elegidos sean con dedicación exclusiva a proteger los valores, bienes del Estado y a los chilenos, en especial a sus niños, para que no terminen mayoritariamente inhabilitándose y a la vez defendiéndose por asuntos personales muy relacionados con causas que deberían atender como parte activa del propio CDE.
También sería bueno eliminar que el consejero sea nombrado casi de por vida, lo que se traduce en quedar asegurado con una dieta eterna, bastante suculenta, lo cual provoca una "sana envidia" para la inmensa mayoría de los chilenos que no se caracterizan por tener adecuadas pensiones para vivir su tercera edad y menos con deseos de que sea eterna.
Luis Enrique Soler Milla