Excosafino destaca como guitarrista de gypsy jazz
En Tocopilla partió tocando el charango y luego la guitarra. Hoy con su banda De Perilla, se ha presentado en diferentes partes del país y el extranjero.
Es el año 1995 y un estudiante de tan solo diez años del Colegio Sagrada Familia se anima a tocar la guitarra por primera vez en su vida; anteriormente había realizado un taller de charango; sin embrago la incursión en este instrumento cambio su vida para siempre.
Han pasado 23 años desde aquella vez y hoy Roberto Tapia Muñoz, el exalumno cosafino es considerado uno de los mejores guitarristas de jazz manouche del país y además lidera la banda De Perilla con los cuales ha recorrido diferentes ciudades de Chile y el extranjero.
"Mi motivación con la música fue de tal manera que desde entonces no paré nunca más, se dio muy genuinamente el camino de vida que seguí en adelante", recordó Roberto en conversación con La Estrella
Desde ese momento Roberto comenzó a participar en todos los grupos y bandas donde lo invitaron "tocaba en la orquesta del Colegio Sagrada Familia, en el taller de música andina, en una agrupación de rock latino, en un grupo de cumbia", señaló el músico quien agregó que gracias a esto le tocó viajar muchos por lugares de la como Iquique, Antofagasta, entre otros.
Esta primera etapa de su incipiente carrera musical, Roberto los recuerda con mucha alegría y proactivos en lo musical, así como también a su profesor de música Mauricio Vallejos "con quien partí tomando esos talleres y quien me animó, primero a integrar la Orquesta del Cosafa, después a continuar el camino de la música en sus distintas facetas".
Periodo en el cual también participó en su primera agrupación musical, de raíz andina donde tocó el charango e interpretaban temas clásicos como 'El cóndor pasa', el 'Mambo de Machaguay', y cosas de los Illapu, Inti-Illimani y Arak Pacha.
De esa época el músico aún mantiene buena amistades en la ciudad, como Rodrigo Campos, "gran músico tocopillano y uno de los que me acompañó en parte de esos inicios musicales, éramos muy partners y tocábamos mucho", indicó.
Asimismo, señala que le encantaría tocar en Tocopilla, "sería muy lindo mostrar nuestra música por allá. Con De Perilla ya hemos tocado en varias partes fuera de Santiago, incluso fuera de Chile en algunos festivales, nos queda aún en deuda ir al norte de nuestro país, esperemos que se puedan dar las condiciones para hacerlo", sentenció.
Puerto Montt
Luego de vivir en el Puerto Salitrero se fue hasta Puerto Montt con su familia, donde hizo toda su Educación Media. En ese lugar y gracias a sus inicios musicales en Tocopilla, sus padres lo inscribieron en la Escuela de Cultura y Difusión Artística de su nueva ciudad, donde estudió guitarra clásica y contrabajo, mientras terminaba sus estudios secundarios.
Obviamente el paso siguiente seria postular a música en la Universidad, "a pesar de que siempre estuve ligado al camino de la música, creo que ese momento fue clave para mí, terminó de definir que seguiría dedicándome a esto, estudié la carrera de Intérprete Superior en Guitarra Clásica en la Pontificia Universidad Católica de Chile y hasta el día de hoy me dedico a la música y vivo de ello", evocó.
El Tío Roberto
De Perilla se inició a fines del 2009, "en las primeras juntas con amigos músicos con los que comenzamos a tocar jazz huachaca, y un par de meses después que sumamos repertorio de gypsy jazz" comentó Roberto, para luego debutar de manera oficial el 8 de diciembre del 2010 en el Galpón Víctor Jara, en formato cuarteto.
Aparte de ti hay algún otro músico estable dentro de la banda
Actualmente soy el único miembro fundador de la banda. Por este proyecto han pasado muchos músicos, en estos momentos toco junto a Camilo Curilén (guitarra), Isaías Zamorano (saxo alto), Guillermo Muñoz (contrabajo) y Juan Pablo Salvo (trompeta), siendo Camilo el integrante más antiguo después de mí (con él llevamos 4 años a la fecha tocando juntos en De Perilla).
¿Cómo defines el estilo de la banda?
De Perilla es una banda de gypsy jazz, o jazz manouche -género acuñado en la obra de Django Reinhardt, guitarrista gitano-belga de jazz francés que tuvo vigencia entre las décadas del '30 y '50-, pero que también explora otras vertientes familiarizadas con este estilo, como lo es el jazz huachaca, género inventado por Roberto Parra a mediados de los '70 -inspirado en el jazz manouche de Reinhardt- y que la agrupación cultiva, rescata y actualiza. Así, la banda hace un recorrido por repertorio tanto chileno como latinoamericano, además de composiciones originales y repertorio asociado al jazz manouche.
Evidentemente una de tus influencias más fuertes es del músico Roberto Parra. ¡Cuál crees que es el legado de éste para la música chilena?
Roberto Parra es un creador sin fronteras, no sólo en el campo de la música, también en la literatura, y eso es lo que más me cautiva de él. Creó la cueca chora, el jazz huachaca, es compositor, poeta, dramaturgo, cuentista. Pertenece a una identidad nacional que estuvo oculta por la dictadura pero que, a su vez, se revela y se reconoce como parte del sabio anónimo popular que ha sido y es necesario recuperar en Chile. Roberto Parra representa para mí una suerte de contracultura en nuestro país, un arte que no viene de la elite cultural, ni social.