Cartas
Chicha y chancho
Por estos días patrios, donde las celebraciones son arduas y extensas, se me viene a la sesera la expresión aupada por un hermano de guarisnaquis para ejemplificar nuestra sublime identidad. Porque de chicha y chancho es el roto chileno, desde antaño la historia republicana y bohemia lo marca. Trabajadores, oficinistas, empleados públicos, rotos de mercados como también algunas chiquillas de labios fresas, enfiestados, borrachines, pillos e indeseables se dan cita para festejar nuestro espíritu patrio.
Las historias de ramadas y chinganas dan cuenta de nuestra idiosincrasia, donde parece a veces que se bebe más que lo que se merienda. Somos clientes fieles y democráticos. Nos gusta la parrilla, empanadas, perniles y arrollados, pero más nos gustan los jarrazos y cañazos, con regados terremotos y réplicas que parecen no dejar sacristán parado.
Algo queda de espíritu en las onderas, pero no menos enseñoreadas fondas, donde nos ponemos inspiradores, generosos, francos y bochincheros. Y como el chileno es de remolienda y segundas patas, que siga la cosa con comida, amigos, tamboreo y huifa, al son de la guitarra y caña en mano. ¡Viva Chile!