Fiestas y equilibrio energético

La comida que uno consume se transforma en energía y la energía que no se ocupa se almacena como grasa. Por eso la importancia de la comida y la actividad física, así podemos equilibrar la cantidad de energía que consumimos y la cantidad de energía que gastamos. Si el balance energético es positivo, es decir, se consume más comida de la que se gasta, puede generar un aumento de peso corporal. Durante las Fiestas Patrias podemos consumir entre 2 a 3 veces las calorías que consumimos normalmente, multiplicado por los 5 días de celebración, podemos hablar de un aumento de 3 a 6 kilos de peso. ¿Cómo podemos evitarlo sin dejar de comer? ¡Bailando! Una hora de cueca energética, equivale a comerse un choripán (300 calorías) y una hora de cumbia pueda significar una empanada libre de culpa (500 calorías). Pero si además tienes planes de estar sentado, te recomiendo controlar la ingesta calórica, prefiere ensaladas en vez de papas mayo o arroz, evita las bebidas azucaradas y los postres, opta por fruta natural o mote con huesillo endulzado naturalmente. Ahora lo sabes, a celebrar bailando.

Virgen de la integración

Señor director:

Recientemente, escuchamos el ritmo de las bandas de bronce que recorrían nuestras calles. Eso me recordó mi infancia cuando cada 6 de agosto, los vecinos bolivianos subían bailando con música las calles del campamento Hundidos de Chuquicamata hasta la plaza, terminando en el Centro Boliviano donde celebraban su aniversario. En esta ocasión en Calama, en el día de la Ascensión se realizó la procesión de la Virgen de Urkupiña, festividad colonial boliviana de Quillacollo, en Cochabamba, universalmente milagrosa donde participan 45 mil fieles, llevándose piedras que al año la Virgen compensará en dinero y objetos en miniatura: casa, autos, que representando los deseos de los creyentes.

En Calama se llenaron las calles del centro, O'Higgins, Latorre y Abaroa para ver pasar las 16 fraternidades bailando con sus coloridos trajes, como lo hacen en varios países. Desafían el calor al compás de las bandas locales, Cochabamba, Potosí y Oruro que los acompañaban, dirigiéndose al consulado boliviano y estadio techado para la Misa. Siendo la región un lugar donde viven muchos extranjeros, no es novedoso que estos últimos años estas celebraciones religiosas de piedad popular, poco a poco se están posesionando en nuestras ciudades.

Nancy Monterrey