Ignacio Araya
Hace un par de años fue la noticia sensación en lo que refiere a las relaciones internacionales de nuestra región. Dos cargamentos con naranjas provenientes de Jujuy, Argentina, llegaron a la Vega Central en 2015 y 2016 abriendo la barrera para el comercio bilateral entre Antofagasta y el noroeste argentino, pero Juan Rozas, el empresario que las traía, no volvió al negocio de las naranjas argentinas. "Es el problema del precio. No puedo competir", dice.
Al otro lado de la cordillera, el director de la Agencia de Comercialización del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la provincia de Jujuy, Gabriel Márquez, dice que hay dos barreras para reactivar el comercio de cítricos. "La primera y más importante tene que ver con las exigencias fitosanitarias del Servicio Agrícola Ganadero chileno, que pide que la fruta esté a 1.1 grados celsius de temperatura por un período no menor a 17 días y luego sea transportado a temperatura controlada hasta destino, lo que implica la segunda barrera, encarece la logística del exportador jujeño".
Si bien hay cinco empresas inscritas de Jujuy en el SENASA (el SAG argentino) como unidades de producción para exportar naranjas a Chile, sólo una está en el listado de empacadores, Ledesma S.A.A.I.
Márquez dice que en el último encuentro de gobernadores e intendentes, la delegación de Jujuy propuso una mesa binacional permanente entre el SAG y SENASA para "armonizar las normas fitosanitarias con el fin de satisfacer la demanda de la población chilena", dice. Por eso mismo, con Calama se está viendo la posibilidad de llevar hortalizas que no tengan regulaciones tan exigentes.
Desde el SAG dicen que los requisitos fitosanitarios son diferentes en cada país. "Por ejemplo, Chile es un país libre de la mayoría de las moscas de la fruta más dañinas, mientras que muchos países latinoamericanos no ostentan dicha condición, por ello Chile pone requisitos de tratamientos fitosanitarios para moscas de la fruta, particularmente para ceratitis capitata, que es una especie que ha demostrado gran presión de ingreso a Chile", explican.
Acuerdos
El encargado de la Unidad Regional de Asuntos Internacionales (URAI) del Gobierno Regional, Pablo Castillo, dice que con las reuniones que han tenido a nivel bilateral se han llegado a algunos acuerdos que se podrían ver a fin de año. "Queremos llegar a acuerdos que a todos nos beneficien, pero siempre y cuando se cumplan las normas del SAG", cuenta.
Una de las oportunidades que se podrían tomar con los tratados internacionales, dice Castillo, es instalar fábricas en Antofagasta para aprovechar los productos de afuera. Pone un ejemplo: "Si tenemos los tomates argentinos, traerlos a la región, convertirlos en salsa de tomates, aprovechar nuestros tratados de libre comercio, sacarlos con arancel cero como producto chileno, es un beneficio para el noroeste argentino como para la región de Antofagasta", explica.
21 mil camiones con carga salieron de Jujuy en 2017 hacia Chile, con exportaciones en su mayoría de minerales.