Foto denuncia: MÁS bASURA
Ni siquiera las jardineras del centro de la ciudad se salvan de la poca conciencia de algunos vecinos de Tocopilla que en vez de botar la basura donde se debe, llegan y la lanzan en estos espacios con áreas verdes..
Ni siquiera las jardineras del centro de la ciudad se salvan de la poca conciencia de algunos vecinos de Tocopilla que en vez de botar la basura donde se debe, llegan y la lanzan en estos espacios con áreas verdes..
En la subida a la Villa Prat se encuentra este peligroso obstáculo en el camino, donde falta la tapa de una cámara por donde puede quedar atrapado la rueda de un auto o caer una persona.
En Chile, la maternidad es cada vez más tardía. Las altas exigencias de desarrollo laboral, los años dedicados al estudio y crecimiento profesional, y las inquietudes de los jóvenes por desarrollar diversas actividades antes de pensar en ser padres han llevado a que cada vez se aplace más la maternidad, siendo normal que, recién a los treinta y tantos, las mujeres planifiquen ser madres, o simplemente lo descarten como una opción de vida. Las estadísticas respaldan este hecho: según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el período 1972 - 2015, en general, la edad media de las mujeres al tener el primer hijo aumentó en 2,26 años, pasando la edad promedio de la madre con el primer hijo nacido vivo de 22,47 años en 1972 a 24,73 años en 2015.
Después de los 35 años es un hecho que la fertilidad de la mujer sufre una disminución, principalmente por el número y calidad de sus óvulos. Por esta razón las mujeres que llegan a la clínica luego de intentar un embarazo por más de un año y no lograrlo, lo hacen en edades más avanzadas, dado que se posterga la búsqueda del hijo. En los últimos 10 años, el promedio de edad de las mujeres que han llegado a la clínica con el objetivo de concebir se ha acercado más a los 40 años. En términos porcentuales del total de tratamientos (FIV, Inseminación y ovodonación) en 8 años el rango etario de 40-44 ha pasado de 18% a 26%.
La buena noticia es que hoy en día existe el procedimiento de vitrificación, la cual permite vitrificar los óvulos maduros obtenidos después de una estimulación ovárica, criopreservándolos para ser usados posteriormente con la misma calidad que cuando fueron extraídos de la paciente. En nuestra clínica, la edad promedio de mujeres que piden preservar su fertilidad es de 35 años, principalmente por motivos sociales, es decir porque quieren ser madres, pero por diversos factores, como el desarrollo profesional o la falta de pareja estable, no lo han concretado. Y es una tendencia en alza, pues cada año aumenta el número de mujeres que lo hacen. Sin embargo, sería ideal que la decisión fuera tomada en etapas más tempranas, ya que aumentan las probabilidades de un embarazo sano en la medida en que el óvulo esté en su etapa más fértil.
Creo que es muy importante aumentar el conocimiento y acceso de las mujeres a este tipo de soluciones, existentes en el mundo y en Chile desde hace más de una década. Es necesario no sólo porque es una información muy valiosa para ellas, dado que se abre la posibilidad de la maternidad cuando lo decidan, sino también porque la natalidad es uno de los factores que marcan el desarrollo de nuestro país, y hasta el momento, es un tema relegado a lo personal y no a lo público.
Doctor Carlos Troncoso
director de Clínica IVI