La evolución de la cocina en el norte

Siempre me preguntan ¿cómo ha ido cambiando la fisonomía de la cocina de la región con el arribo migratorio? Los primeros pobladores fueron los atacameños y changos. Estos pueblos realizaban intercambio de productos en el Río Loa. Fue el primer atisbo de la gastronomía, ya que salieron platos como el Perol de Mariscos y la Calapurca. Con la llegada de las españolas y conventos se produjo una nueva fusión. La gastronomía española -que ya era fusión entre la cultura griega, romana y árabe- trajo nuevas técnicas como freír, cocinar, encurtir, macerar y la preparación de postres. El cultivo de ají y tomate, junto la llegada de la cebolla desde Europa y el ajo desde el Mediterráneo, permitieron preparar el pebre. Con el descubrimiento del salitre aparecieron los ingleses, adoptando el té y la once. Con los chinos incorporamos a nuestra dieta el arroz. Después de la Guerra del Pacífico, los peruanos y bolivianos incorporaron sus productos como ceviches y salteñas. Desde Europa aparecen los croatas, griegos y alemanes, quienes trajeron la torta de ciruela, los dulces y la cerveza. Hoy es común tomar un jugo de fruta, pedir bandeja paisa o acompañar un almuerzo con papas rellenas, tener churros, papas fritas, hamburguesas, pizza o sushi.

O'Higgins y el nepotismo

Bernardo, quien como sabemos había nacido de una relación considerada espuria para los rígidos cánones de la época, logró ser reconocido al fallecimiento de su padre como su hijo y principal heredero, asumiendo desde entonces su apellido.

Con el paso de los años el hijo del Virrey logró notoriedad en Chile, en especial en Chillán, Los Ángeles y Concepción, lugares donde se le reconocía su cultura, cualidades personales, visión política y capacidad como empresario agrícola.

Los acontecimientos vividos durante las denominadas patrias Vieja y Nueva lo posesionaron como el referente principal del proceso de independencia, lo que implicó que asumiera la conducción del país.

Es en ese momento en que toma una decisión fundamental, decide colocar en los diversos puestos de gobierno y militares, a las personas que, por sus méritos escénicamente patrióticos, se hacían merecedoras a ocuparlos.

Nace entonces la meritocracia y desaparece de los puestos de poder la aristocracia, ya sea de origen peninsular, como criolla.

La lucha por el dominio del poder no se terminaría con las medidas adoptadas por nuestro Prócer, sin embargo, por primera vez en nuestra vida independencia, el mérito era la clave para ocupar cargos públicos, aspecto que hoy en día tiene mayor vigencia que nunca.

Antonio Yakcich Furche