Contraportada

Francisca Cabello Iriarte

En el transcurso de la vida de Carla Camacho ha habido altibajos, pero una de sus principales fortalezas, según comentó, es la perseverancia. Se casó muy pequeña y estuvo diez años viviendo en Santiago, hasta que regresó a Iquique luego de su separación.

"Ella (su hija) tenía 4 cuando nos vinimos de vuelta y me replantee de nuevo, ya tenía treinta y algo y resulta que me dije, 'me tengo que reinventar', lo primero que dije es 'no quiero ser la mina separada dependiente de alguien', no me gusta eso", relató la iquiqueña.

Tras esa decisión, se inscribió en la universidad para estudiar Psicología, estaba al cuidado de su hija, y a la vez trabajaba de barman en el local de su hermana, sin embargo, siempre ha tenido su vía de escape. "Siempre he nadado, fui salvavidas en Iquique, fui una de las primeras salvavidas como en 1994", manifestó Carla, quien además tuvo un cambio de vida que lleva hasta hoy, el autocuidado.

Incursionó en el triatlón durante tres años, viajó, compitió y estuvo enfocada en eso, pero "ya no lo hago porque tengo una guagua de dos años, pero siempre me mantengo haciendo deporte, o sea si no hago lo realizo en casa porque siempre digo 'el que quiere siempre puede', si no puedo correr agarro mi trotadora, y si no una cuerda para saltar, la idea es que uno se mantenga activa", aseguró.

Labor

A pesar de que tuvo épocas difíciles en la universidad porque se autodefine como una mujer que "necesita estudiar", logró sacar su carrera, y hoy es psicóloga de un programa de integración en la ciudad, trabaja en un colegio, atiende también de forma particular y además se encuentra haciendo un postítulo en mediación familiar.

Su trabajo con niños vulnerados la ha hecho darse cuenta de los aspectos positivos de la vida, de sacar fuerzas ante los obstáculos que se presentan y también de aprender de los más pequeños que, a pesar de su situación, "tienen una sonrisa en sus rostros", confesó.

En cuanto al estilo, obviamente que el fetiche principal de esta ex salvavidas es la ropa deportiva. "A mí me cuesta arreglarme la verdad, pero cuando voy a correr tengo mil shorts, zapatillas, vísceras…", pero su lado más glamoroso lo saca cuando tiene que elegir los accesorios, puede utilizar una prenda básica, "pero si te pones unos bonitos aros y te amarras el pelo estás lista y destacas, entonces ese por lo menos es mi sello", concluyó.

Otra de las incursiones de Carla ha sido el modelaje, en el verano participó de un desfile en Tayr Tendencias, por lo que a pesar de que es una actividad anexa a sus labores, no descarta volver a las pasarelas, ya que a sus 42 años su cuerpo sigue tonificado gracias al deporte que tanto le apasiona.

"Siempre me mantengo haciendo deporte, si no hago fuera, en casa, porque siempre digo 'el que quiere siempre puede', si no puedo correr agarro mi trotadora".

Carla Camacho, psicóloga."

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