Cartas
Evo para rato
Estimado director:
Evo Morales, sin lugar a ninguna duda, sueña con convertirse en el primer Presidente boliviano (cargo que ejerce desde 2006) en conseguir mar con soberanía para ese país
Sebastián Piñera hoy, ayer Michelle Bachelet, Ricardo Lagos y Eduardo Frei; y de seguro los Presidentes que vendrán, ninguno quiere, quiso y querrán pasar a nuestra historia como el primer mandatario chileno elegido en democracia, que ceda mar con soberanía a Bolivia. Y de paso olvidar a nuestros valientes soldados que hicieron nuestra historia en la Guerra del Pacífico de 1879.
Ante este frente a frente y bajo la absoluta vigencia del Tratado de 1904, que zanjó todas las controversias limítrofes para siempre entre Bolivia y Chile, Evo Morales no tiene por dónde cumplir su sueño marítimo, o sea en otras palabras, para la platea Chile tiene el derecho de su lado y para la galería Chile tiene el sartén por el mango, por lo que todo indicaría que el próximo Presidente de nuestro país y todos los que sigan, si es que Evo se eterniza en el poder, deberían seguir escuchando sus padecimientos.
"Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen" (Camilo José Cela, 1916-2002, escritor español).
Luis Enrique Soler Milla
Movilidad urbana
Señor director:
Un nuevo período presidencial partió en nuestro país y sin duda, será una época marcada por enormes desafíos. Uno de ellos tiene que ver con el futuro de la movilidad urbana.
La ciudadanía a estas alturas exige respuestas y soluciones a un conjunto de problemas relacionados con la movilidad y los sistemas de transporte. Es evidente que el transporte público de superficie está en deuda y debe mejorar sus estándares y modelos de gestión con urgencia.
Mejorar la calidad de vida urbana, requiere comprender colectivamente que las malas decisiones sobre la planificación y desarrollo de una ciudad, impactarán negativamente en la calidad de vida de sus habitantes.
Es la ciudad del futuro próximo la que nos debe invitar a caminar más, a pedalear y a dejar el auto en casa.
Uwe Rohwedder G.